Akelarre

Reix nos invita a hablar sobre las mujeres de Akelarre, mujeres que no les temen a los hombres porque saben que juntas son como el fuego: nunca muere ni se extingue su llama.

Imagen Akelarre por David Herranz

ALERTA SPOILERS

Pablo Agüero dirige Akelarre (2020), una película con las bravísimas actrices Amaia Aberasturi como Ana, Garazi Urkola como Katalin, Yune Nogueiras como María, Jone Laspiur como Maider, Irati Saez de Urabain como Olaia y Lorea Ibarra como Onek. Ellas se coronan con las majestuosas interpretaciones que llevan a cabo y el trabajo inmejorable que realizan.

Antecedentes

Esta película está basada en los sucesos de Labort (Lapurdi en euskera) ubicado en Iparralde, País Vasco francés. Muestra los hechos llevados a cabo por el juez del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, Pierre de Rosteguy de Lancre; el cuál, por órdenes reales, asesina con total impunidad a mujeres y niñas en el año 1609. Los hechos que acontecen se basan en detenciones aleatorias, privación de libertad y encarcelamiento injustificado sin derecho a defensa en primer lugar, para dar paso a interrogatorios, vejaciones, violencia, violaciones y tortura de un grupo de niñas que son capturadas tras reunirse en el bosque acusadas de brujería.

Rosteguy escribió el “Tratado de brujería vasca” el cuál ha sido traducido al castellano cuatrocientos años después y que comienza con la siguiente reflexión sobre el País Vasco:

“un país de manzanas, sus mujeres sólo comen manzanas, no beben más que jugo de manzanas y en cualquier ocasión están dispuestas a morder la manzana de la trasgresión, pasando por encima de la condena de Dios y franqueando la prohibición de nuestro primer padre. Son Evas que seducen voluntariamente a los hijos de Adán y, desnudas en la cabeza, viven en las montañas en absoluta libertad e ingenuidad como lo hacía Eva en el paraíso terrenal”.

(Broquerion, F., 2004)

Evoca a la figura de Eva y al pecado original. Siempre nos han dicho que la mujer nace con ese afán de tentar a los hombres, con la debilidad de dejarse engatusar por la serpiente y con la osadía de pecar mordiendo la manzana. Estas adolescentes, por el simple hecho de ser mujeres, ya son pecadoras y, más aún, por reunirse libremente en el bosque a reír, cantar, bailar, beber y fumar.

Etimología de la palabra Akelarre

Este grupo de jóvenes son acusadas de brujería, entendiendo esto como una práctica satánica, un ritual oscuro, una ceremonia que insulta al catolicismo y atenta contra la imagen de Dios que los señores de esta época habían configurado a su gusto y antojo para, en su nombre, purificar la zona y esquilmar la aldea de personas que consideraban non gratas. La premisa era clara: ¿molestas? Te matamos.

La palabra aquelarre es entendida como una reunión y encuentro de brujas en la que participa el diablo realizando prácticas de carácter mágico. Es de origen vasco (en euskera akelarre) donde «aker» significa macho cabrío y «larre» significa prado. Es decir, «prado del macho cabrío» que es donde el diablo se presentaba a las brujas en la forma de este animal. Es por ello que, originariamente, se refería únicamente al lugar donde las brujas (sorginak en euskera) celebraban rituales satánicos. Más tarde, la palabra akelarre se asimiló en castellano y terminó por referirse a la reunión o agrupación de brujas para llevar a cabo rituales, hechizos y conjuros independientemente del lugar en el que se realizaran. Esta práctica (llamada Sabbat) existía en las creencias anteriores a Cristo, donde decían que invocaban y adoraban a Lucifer, propias del paganismo. (Otero, N., 2021).

Análisis y personajes

En primer lugar, se quiere destacar la sexualización de las jóvenes protagonistas (algunas, menores de edad) mediante las ropas que visten. No solo son sexualizadas por la propia Inquisición a través de la historia que se cuenta; también, a través de las propias acciones que se recogen en el guión para ser desarrolladas por las actrices.

En segundo lugar, aprovechando que los hombres que viven en la zona se han ido a pescar varias semanas al mar hasta la próxima luna llena, el juez y sus fieles colaboradores irrumpen en el pueblo encerrando a las jóvenes sin explicación alguna. Aquí, podemos observar cómo el respeto a las mujeres aumenta si un hombre la cuida, la protege o da la cara por ella; parece que el propio hecho de ser persona no basta para que sean respetados tus derechos si no eres un hombre.

Además, se puede observar que se denosta el euskera, comentando que es el idioma del diablo y prohibiendo a las personas euskaldunes de la historia comunicarse en otra lengua que no sea el castellano.

También, cabe destacar el miedo que le tienen los hombres a estas chicas con respecto al contacto ocular; al principio les prohíben mirarles a los ojos y les obligan a bajar la cabeza porque creen que están en peligro y podrían embrujarles.

En la película, se puede observar la importancia de las canciones como si fueran cánticos de invocación al diablo. Además, la banda sonora se fusiona con las imágenes y da color a través de sus letras en euskera acompañada en algunos casos de sonidos de txalaparta (instrumento musical de percusión vasco), así como irrintzi (canto agudo propio de Euskal Herria).

El símbolo de rapar el pelo a las mujeres sin su consentimiento se ha utilizado a lo largo de la historia para generar vergüenza a las mismas a modo de castigo que pueda percibir el resto de la sociedad y, que se refleja también en esta película cuando las cautivan.

También, se puede observar la sororidad cuando entre ellas tejen un vínculo muy fuerte para unirse y luchar contra las personas que las están torturando.

En el caso de los personajes, podemos ver los diferentes perfiles que existen. Por un lado, está Ana que toma la responsabilidad de salvar al resto de compañeras de manera valiente; idea historias para tratar de convencer al juez de que ella es la única bruja para ganar tiempo y que pueda llegar la luna llena para que los marineros vuelvan al pueblo y las salven. Como se comentaba antes, parece que la mujer no puede salvarse sola. María, hermana de Ana, es un personaje emocional y cuida al resto de compañeras. En el caso de Maider, es un personaje fuerte, visceral y con reacciones impulsivas y más rebeldes. Olaia es muy optimista, trata el tema sexual sin tapujos y, desde el humor, trata de hacer reír a sus compañeras y de engañar al juez y sus secuaces con sonidos y contoneos sexuales como si estuviera poseída por el diablo. Por otro lado, Oneka, no es arrestada al principio, y sabe lo que está pasando en la aldea con otras mujeres, trata de avisar a sus amigas de los horrores a los que se enfrentan. Y finalmente, Katalin es la menor de todas, es inocente y se deja llevar por el resto, es la viva imagen de la inocencia y pertenece a una familia adinerada a diferencia del resto de sus compañeras.

El juez es un ser repugnante y abusador que desea atacar sexualmente a las chicas y fantasea con el Sabbat desde una visión lasciva. Parece que toda la situación que rodea al ritual le embauque, le haga sentir poderoso y monte sus propias escenas imaginarias en la vida real con estas adolescentes que luego hace pintar. Tiene frases atroces y pedófilas donde justifica que el hombre tiene necesidades sexuales de atacar provocado por la mujer, la culpabilidad que estamos hartxs de escuchar siempre. Un ejemplo de ello es cuando afirma que

“solo las mujeres de físico encantador y delicado, recién salidas de la infancia, pueden hechizarnos hasta el punto de convertirnos en animales voraces, en perros consagrados al placer”.

El Consejero Salazar incita al juez para que vean el Sabbat con sus propios ojos y pinta las situaciones para dejar constancia de ello, aunque éstas sean situaciones artificiales e inventadas que pasarán a la historia, plasmando de manera irreal lo que realmente sucedió.

El Padre Cristóbal es un personaje joven, se puede observar que no está de acuerdo con el juez en ciertos momentos, pero no es capaz de plantarle cara y es un cómplice total actuando desde su pasividad y conformismo. Finalmente, implora en nombre de Dios que las quemen.

Al final de la película, el juez decide dictar la sentencia cuanto antes para evitar, así, la llegada de los marineros condenándolas a la hoguera. Acaban siendo perseguidas hasta llegar a un acantilado donde el juez parece ver cómo vuelan; cuando la realidad es que las chicas se cogen de las manos porque no les queda más remedio que suicidarse lanzándose al vacío para salvarse de la hoguera.

“Los hombres temen a las mujeres que no les temen”.

Mujer anciana a Ana en una de las escenas

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Broquerion, F. (2004). La razia de brujas vascas de Pierre de Lancre. Para la revista Letras e Ideas. Recuperado de https://www.txalaparta.eus/es/noticias/1610-razia-de-brujas-vascas

Mew Magazine. (2020). Imagen Akelarre por David Herranz. Recuperado de https://mewmagazine.es/akelarre-trailer-oficial-de-la-nueva-pelicula-de-pablo-aguero/

Otero, N. (2021). ¿De dónde viene y qué significa la palabra “aquelarre”? Recuperado de https://www.muyhistoria.es/curiosidades/preguntas-respuestas/de-donde-viene-y-que-significa-la-palabra-aquelarre-271503403891

Los Comentarios están cerrados.

Navegar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies