Ecomenstruación

Vivir la menstruación de forma ecológica es posible gracias a diferentes alternativas que tenemos actualmente: copa, compresa de tela o braga, elige la que mejor se adapte a tu cuerpo.

ecomenstruación
Ilustración de Laura Farlete

¿Podemos vivir la menstruación de una forma más ecológica? Por supuesto que podemos.

Alternativas hay varias. La primera, sin lugar a dudas, es la copa menstrual. El INVENTAZO. Una inversión a futuro en un trocito de material libre de tóxicos que recoge el sangrado y… ya.

Los tampones absorben sin distinguir sangre de flujo. Ahora recuerdo esos momentos en los que pensabas que seguías sangrando -pero no- y en la experiencia de retirarlo medio seco. Esa sensación de que al tampón le habían crecido manitas y se agarraba al interior de tu vagina con el grito de ‘no quiero irmeeee’. Auch!

La copa, nuestra amiga, se queda en la entrada de la vagina y se limita a sostener y contener. Puedes ponértela antes de que hayas empezado a menstruar, en esos días de duda ante si vas a manchar o no. Puedes llevarla durante horas y horas sin riesgo de sufrir el Síndrome de Shock Tóxico y además, puedes aprender con ella.

Aprender el verdadero color de tu sangre. Su verdadero olor -spoiler alert, el olor que tenemos asociado es el de la sangre cuando se mezcla con los elementos químicos que contienen tanto tampones como compresas-, su textura y su cantidad.

Puedes tocarla y mancharte si quieres o deshacerte de ella sin mirarlo si lo prefieres. ¿Y el gasto? Calcula cuánto te dejas en tampones/ compresas/ salvaslip al mes, multiplica por doce para calcular el año y cuando lo tengas multiplica por 10. Ahora compara ese resultado con el precio de una copa menstrual y alucina, porque sí, una copa puede llegar a durar 10 años.

Maravilla.

Y si además piensas en la cantidad de basura que dejas de generar, qué vas a evitar la contaminación y ayudarás contra la deforestación… son todo ventajas.

¿Que tú eres más de compresas y no te convence? Pues utiliza compresas, sin problema.

Las hay de tela. Que cumplen la misma función que las que te venden pero son reutilizables, ecológicas y sostenibles. Además, tienen ‘alas’ también para que no se muevan.

O bragas menstruales, claro. ¿Las conoces? Es el mismo sistema de las compresas pero, al estar incluidas en unas bragas, el área de absorción es mayor.

Las hay con más o menos absorción y, aunque sí que es verdad que las de mayor absorción pueden dar un poco de sensación de pañal, muchas veces son una fantasía para dormir a vagina suelta durante la noche.

¿Y puedo hacerme un pack y utilizar varias opciones a la vez?

Las 3 -copa, compresa y braga- al mismo tiempo no tendrían sentido ya que compresa y braga sería redundante. Pero si que puedes utilizar la copa con una de ellas si te sientes más a gusto. O tener las 3 opciones para el momento del día/ciclo que estés.

Una oportunidad perfecta para cuidar el planeta, ahorrar dinero y además conocer tu cuerpo.

Conocer tu sangre, que no es sucia como nos han hecho pensar. Ni azul como nos enseñan en los anuncios, claro.

Reconocer cómo te encuentras en función de su color, su textura y la cantidad que expulsas. O intentar probar lo del sangrado libre, la menstruación consciente.

Dicen que la sangre es vida y puedes reutilizarla para otras cosas -como abonar las plantas, por ejemplo- o despedirte de ella a través del sumidero.

Puedes hacer lo que quieras, sabiendo que tu cuerpo te va a agradecer que no le pongas en contacto con químicos innecesarios y, al mismo tiempo, ayudando al planeta.

¿Qué más queremos?

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