Las ETS en pareja: el amor no protege

Por amor nos podemos dejar llevar… hasta ponernos en riesgo. Las ETS no entienden de amor. Protégete.

La ETS en pareja: el amor no protege
Ilustración de Blanca

 

Conoces a alguien.

Te gusta.

Le gustas.

Tienes ganas de saber sobre su vida. ¿Eres feliz? ¿A qué te dedicas? ¿Cuántos hermanes tienes? ¿Te gusta el cine? ¿Cuál es tu comida favorita? ¿Te gustan los animales?

El mundo brilla de un modo especial, único.

Todo te recuerda a esa persona. Las canciones hablan de vosotres. El viento sopla por vosotres. El mundo se para por vosotres.

Os estáis enamorando.

Y surgen preguntas sobre parejas pasadas, sobre antiguos amores y antiguas pasiones.

Y como todo es tan puro, tan limpio, tan divertido, tan inocente y picante al mismo tiempo, sencillamente os dejáis llevar.

A lo mejor las primeras veces utilizáis preservativo. Igual, como os conocéis, no lo hacéis pero aquí llega el problema, aquí llega el elefante en la sala sobre el que nadie pregunta.

Porque estamos enamorades y nada está por encima de nosotres.

Eso no es así.

El amor no protege*.

Esa capa de invencibilidad es sólo una falacia, no es real.

Si escuchamos que en una pareja estable surge alguna ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual) pensamos que todo apunta a que se haya dado una infidelidad. Tú y yo estamos limpies, lo nuestro es estable y sólo una tercera persona es la que puede haber traído esto a nuestra relación.

Esto puede ser así -obvio- pero a veces nos olvidamos de que ese fantasma puede haber estado con nosotros todo el tiempo y, sencillamente, no hemos querido mirarle a la cara.

A día de hoy, a las ETS se las suele nombrar como ITS y nos estaríamos refiriendo a lo mismo. Durante mucho tiempo se ha hablado de ETS o Enfermedades de Transmisión Sexual pero la realidad es que, en muchas ocasiones, una persona puede estar infectada pero no enferma, es decir, tiene el virus pero no desarrolla la enfermedad. De ahí que se utilice ITS o Infecciones de Transmisión Sexual.

Y ese es un punto importante ya que muchas de las ETS cursan sin ningún tipo de signo o síntoma. Son asintomáticas. Nos sentimos sanes y en realidad no lo estamos. Pensamos que estamos limpies e igual somos portadores de una no-grata sorpresa.

Por eso es importante la prevención.

Porque si no utilizamos un método de barrera, si en algún momento has practicado sexo oral sin preservativo, has tenido una relación genital sin él, sexo anal sin protección de ningún tipo o has estado en contacto con alguna persona que lo haya vivido así, ya puedes llevar alguna ETS en tu mochila sin siquiera saberlo.

¿Qué sería lo ideal?

Que, al empezar una relación nos recordásemos que somos humanes y que esto es una realidad y, por ello, que nos hagamos una prueba de detección de ETS.

Esto hay a mucha gente que le intimida, le ofende y le insulta porque se vive como un “¿qué insinúas?” y por eso hay que cambiarlo. Porque por ese miedo a nombrarlo, a sugerirlo, a hacerlo real, lo dejamos pasar de largo y nos ponemos en peligro. A nosotres mismes, a nuestras parejas y a nuestras futuras parejas ya puestos.

Las ETS no son propiedad de la persona promiscua o que ha tenido muchas relaciones sexuales, puedes haberte contagiado tan sólo con una práctica masturbatoria con alguna persona infectada.

Por eso, tenemos que concienciarnos y preguntar a nuestra pareja si ha tenido o tiene alguna ETS, pedir que se haga el test para ello y utilizar preservativo masculino o femenino. Sé que es una situación que nos puede hacer sentir incómodes porque no lo tenemos como algo aprendido, como algo normalizado, pero sólo empezando a hacerlo llegaremos a ese punto y conseguiremos que las ETS no se propaguen de la manera brutal que lo hacen hoy en día.

Si vais a dejar a alguien vuestro coche, por ejemplo, no tendríais problema en preguntar si esa persona tiene el permiso para conducir, si vais a invitar a alguien a comer no se os haría raro preguntar antes si padece alguna alergia o intolerancia, ¿por qué en algo que puede ser tan vital nos vamos a cortar?

¿Y vosotres? Haceros todas esas preguntas también y pensadlo bien, ¿sabéis al 100% que no estáis infectades y no sois portadores de una ETS?

Una vez tengamos los resultados del chequeo estaremos tranquiles porque, si aparece algo, podremos ponerle remedio y tratarlo y, si no hay nada, podremos seguir disfrutando sabiendo que todo está en orden.

El enamoramiento, el amor, las relaciones personales y emocionales pueden ser maravillosas. ¡Protejámoslas!

 

*Muchísimas gracias al Centro Alba por dejar que me inspirase con la frase «el amor no protege», acuñada a lo largo de sus más de 20 años de trabajo en la prevención de la salud y el autocuidado de la mujer. Que gran frase. Qué gran verdad. Gracias.

3 Comentarios

  1. Pingback: ETS en pareja: el amor no protege. Artículo en PK - Destino: Placer

  2. Bárbara

    Buenos días!
    Hay una frase del texto que me inquieta:
    «Las ETS no son propiedad de la persona promiscua o que ha tenido muchas relaciones sexuales, puedes haberte contagiado tan sólo con una práctica masturbatoria con alguna persona infectada»
    ¿Podéis concretar esta afirmación? Me ha resultado bastante alarmista.
    Gracias!

  3. Hace poco inicié una relación con un chico nuevo y al poco tiempo de empezar…contarnos nuesttas experiencias etc le pedí un análisis de ETS…le sentó un poco mal pero no qiise manetener relaciones hasta que se lo hiciera y me pareció coherente. Aun me lo sigue recordando pero yo creo que actué bien…era la primera vez que se lo pedía a un chico…antes no lo hacía por miedo.

    Hace falta hablar de esto….nos jugamos la salud.

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