Gloria Fuertes, poeta de guardia

En el centenario de su nacimiento, Elo reivindica la olvidada figura de Gloria Fuertes. Que sirva de homenaje.

Ilustración de Patricia

Cuando supe que en febrero hablaríamos de literatura en Proyecto Kahlo, enseguida pensé en escribir algo sobre Gloria Fuertes. Casualidades de la vida, resulta que precisamente este año se cumplen 100 de su nacimiento y que ha sido reivindicada últimamente por muchas personas por su obra de teatro Las Tres Reinas Magas. Pero, por desgracia, ha sido una autora olvidada y denostada, seguramente debido a sus orígenes humildes y a la transgresión de sus poemas.

Gloria Fuertes me remite a mi infancia. Recuerdo verla en televisión recitando poemas infantiles con su característica voz ronca y sus chalecos y corbatas. También tenía alguno de sus libros y puedo decir con orgullo que la vi en la que sería su última Feria del Libro de Madrid; pues falleció unos meses después. Creo que una de las cosas que me gustaba, aunque entonces yo no lo sabía, es que hablaba a les niñes sin condescendencia, les trataba como a seres inteligentes y autónomos y les hacía pensar.

En su obra de teatro infantil Las Tres Reinas Magas, nos cuenta la historia de Melchora, Gaspara y Baltasara. Van de camino a Belén para llevarle regalos al niño Jesús porque sus maridos, Melchor, Gaspar y Baltasar están en la guerra y ellas sólo quieren la paz. Son tres aventureras que por el camino ríen, cantan y también discuten. Es una reivindicación de la amistad y del pacifismo. A mi modo de ver es una manera de mostrar lo que es la sororidad a les más pequeñes.

El año pasado mucha gente puso el grito en el cielo porque hubo cabalgatas de reyes en las que había Reinas Magas. Gloria Fuertes ya se lo imaginó hace más de treinta años demostrando así su visión progresista, feminista y alternativa. Estoy convencida de que su figura no es lo suficientemente reivindicada porque era una mujer lesbiana que provenía de un entorno humilde; concretamente del barrio de Lavapiés en Madrid. Seguramente las élites de la literatura no la encuentran de su agrado porque desafiaba el orden establecido.

La poesía de Gloria encierra temas serios pero está escrita tal y como ella hablaba. Es una poesía sencilla que llega a todo el mundo. Creo que ahí reside su verdadero mérito. No necesitaba de artificios y palabras rimbombantes; sino que expresaba sentimientos con sencillez. Pero muches crítiques sostenían que lo que ella hacía no era literatura porque no usaba un lenguaje complejo propio de la alta literatura.

Además, debido al edadismo que impera muchas veces en nuestra sociedad, es una autora denostada porque hacía literatura infantil. Creo que tiene un gran mérito escribir para les niñes y hacer que les pique el gusanillo de la lectura. No considero que no se pueda considerar que esta literatura sea menos importante. Parece que Gloria es menos seria por esto cuando, en realidad, hacía una labor muy importante con la infancia.

Yo no soy crítica literaria; pero sí sé cuándo alguien pone todo su alma en lo que hace. Gloria lo hacía y a mí me ha llegado dentro tanto de niña con sus poemas y libros infantiles como ahora de adulta con sus poesías sobre sentimientos universales como el amor o la soledad.

Para conocerla mejor, creo que no hay nada como leer esta corta autobiografía que nos dejó:

Gloria Fuertes nació en Madrid

a los dos días de edad,

pues fue muy laborioso el parto de mi madre

que si se descuida muere por vivirme.

A los tres años ya sabía leer

y a los seis ya sabía mis labores.

Yo era buena y delgada,

alta y algo enferma.

A los nueve años me pilló un carro

y a los catorce me pilló la guerra;

A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.

Aprendí a regatear en las tiendas

y a ir a los pueblos por zanahorias.

Por entonces empecé con los amores,

-no digo nombres-,

gracias a eso, pude sobrellevar

mi juventud de barrio.

Quise ir a la guerra, para pararla,

pero me detuvieron a mitad del camino.

Luego me salió una oficina,

donde trabajo como si fuera tonta,

-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.

Escribo por las noches

y voy al campo mucho.

Todos los míos han muerto hace años

y estoy más sola que yo misma.

He publicado versos en todos los calendarios,

escribo en un periódico de niños,

y quiero comprarme a plazos una flor natural

como las que le dan a Pemán algunas veces.

Sensible, pacifista, inteligente, humilde… Encantadora y entrañable, te recordamos y te echamos de menos, Gloria.

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