La mujer salvaje

Una de nuestras Fridas decide compartir con nosotres este íntimo y profundo poema.


Ilustración: María Rodriguez


Como una fiera liberada, aúllo a la luna cuando su luz me hechiza,

Gruño con la furia que mi verdad despierta,

Y paseo con las bestias que viven entre yo y el mundo.

 

Enloquezco con fuerza, me agito, me despierto,

Perforo en cada paso el suelo que me aguanta,

Arranco con la boca las ramas que entorpecen,

Rasgo mi piel, lamo mi sangre, y me escupo al absorberme.

 

Paseo por las voraces tinieblas de mi mente,

Que me estrechan; yo me ensancho;

Observo mi pelaje negro, opaco, duro,

Y clavo las pezuñas en los muros que me impongo.

 

Gano la batalla cual animal salvaje,

Marco mi terreno, saco mi instinto,

Peleo por cada centímetro de vida que sea mío,

Y vuelvo a la carne que me esconde siempre.

 

Por Montse López Fernández (22), Girona (España).
Puedes seguirla en su Twitter o en su blog personal

 

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