Los grilletes

A partir de hilvanar distintos conceptos y emociones, Qamar nos comparte una introspectiva reflexión sobre la culpa, el abuso y la liberación.


Ilustración: Blanca


Muchas emociones pasan por nuestros corazones antes de morir. Y las emociones son. La mayoría de veces no decidimos qué sentimos (aunque sí podemos decidir intentar modificarlo y tener éxito en el proceso).
Las emociones en sí son neutras pero dan consecuencias que pueden ser negativas, positivas o neutras. O mezcla de estas. E incluso a veces la misma emoción provoca diferentes consecuencias dependiendo de qué persona sea o en qué momento de su vida esté.
Algunas nos hacen sentir volando, con ligereza, flotando. Otras nos hacen bajar la cabeza e inundar la habitación, hasta no alcanzar la llave para salir de ese estado. Y hay una en particular que se siente particularmente como un grillete emocional, que te inmoviliza, que te hace arrastrarte: La culpabilidad.

Culpabilidad:

  1. f. Cualidad de culpable.
  2. f. Der. Reproche que se hace a quien le es imputable una actuación contraria a derecho, de manera deliberada o por negligencia, a efectos de la exigencia de responsabilidad.

En sí, la culpabilidad es positiva. Es esa emoción que nos hace darnos cuenta de que hemos hecho algo mal en un primer momento. Y a partir de ahí decidimos que tenemos o que evitar lo que hemos hecho o que cambiar algo de nuestra conducta para evitar que vuelva a ocurrir. O eso sería en un mundo perfecto.
En nuestro mundo, muchas veces la culpabilidad no es positiva, ni es consecuencia de un acto reprochable; sino que es inducida por otra persona que le conviene que te sientas así. La culpabilidad es una parte clave de la cultura del abuso que nos rodea.
Pensadlo: Hacer sentir culpable a alguien por el daño que le has hecho es una forma muy conveniente a que no cambies tú (ni hace falta planteárselo), sino que la persona dañada.

Abusar:

De abuso.

  1. intr. Hacer uso excesivo, injusto o indebido de algo o de alguien. Abusaba DE su autoridad.
  2. intr. Hacer objeto de trato deshonesto a una persona de menor experiencia, fuerza o poder. Abusó DE un menor.

Dicen que la manera de salir de un ciclo de abuso es ser consciente de que lo es. Pero nadie te dice que la culpabilidad inducida es un obstáculo en ese viaje emocional. A veces es tan evidente como un grillete. A veces es tan sutil como un virus invadiendo tu cuerpo y robándote energía sin ruido ni aviso.
Por eso, liberarse de esta culpabilidad es necesario. Y difícil, lamentablemente.

Liberar:

Del lat. liberāre.

  1. tr. Hacer que alguien o algo quede libre de lo que lo sometía u oprimía. Liberaron las ciudades del sur.

El primer paso, desde luego, es darse cuenta. Tener una red de apoyo es también muy importante (aunque dependiendo caso, puede ser inaccesible o inexistente).
Lo importante es recordar un par de puntos clave: no eres responsable de existir, sí de lo que decidas hacer (o no hacer porque la falta de acción es también una decisión). No eres responsable de que alguien haga caso omiso de tus límites, sí de hacer tu lo propio con los de otra persona.

Y sobre todo, no eres responsable de que otras personas consideren que no eres suficiente como para respetarte o tratarte con dignidad.

 

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