Yo no soy la desequilibrada

De todas las cosas que te pueden llamar cuando luchas por los derechos de la mujer, la que más le duele a Elo es que la llamen desequilibrada. En este artículo nos explica por qué.


Ilustración: Ori


Cuando una es feminista tiene que saber que va a enfrentarse a muchos trolls tanto virtuales como de carne y hueso. Estas personas suelen utilizar calificativos bastante desagradables hacia nosotras, pero si hay alguno que me duele profundamente, es el de desequilibrada. Algunas de las personas que me leéis estaréis pensando que hay cosas mucho peores que me pueden llamar: puta, gorda, fea… Pero no me molestan tanto por varios motivos: cuando me insultan llamándome puta o gorda no consiguen hacerme daño porque no considero que el ser gorda, o el dedicarme a la prostitución, sea algo malo o deshonroso. Cuando una misma se apropia del insulto, este pierde su valor negativo por completo. Para ilustrarlo con un ejemplo, podemos ver que las lesbianas se autodenominan como bolleras, porque de esta manera ya no les podrán hacer daño cuando se lo llamen. Lo asumen, se lo apropian y le quitan la connotación negativa.

Por eso puedo decir alto y claro que sí, que soy una puta, una gorda, una fea y estoy orgullosa; porque si para ser casta, delgada y guapa me tengo que tragar los carros y carretas que me ofrece el patriarcado, prefiero no serlo nunca en la vida. Pero jamás me podré apropiar el insulto de desequilibrada, porque considero que me están llamando loca y me parece algo horrible. No lo considero malo porque piense que tener un desequilibrio mental sea algo negativo, al contrario, considero que bastante estigmatizadas están ya estas personas en la sociedad como para añadir más leña al fuego. Realmente la mayoría desconocemos por completo cómo son sus vidas, y el hecho de llamar a alguien desequilibrada o loca me parece injusto. No creo que un estigma social como es el tener algún desorden mental deba de ser usado como insulto, pero me molesta por algo que va mucho más allá.

Cuando me llaman desequilibrada por señalar actitudes machistas, intentan hacer ver que lo que yo veo o siento no existe; como si sufriera de delirios o alucinaciones. Intentan hacer ver que en nuestro día a día no hay lugar ya para la desigualdad y que si, por ejemplo, un hombre me dice un piropo, debo contestar con una sonrisa y sentirme halagada porque eso no es machismo. Si voy a juicio porque he denunciado que he sufrido una violación, es normal tener que aguantar que me pregunten si bebí mucho o qué llevaba puesto y no debo poner el grito en el cielo por ello. También parece lógico que se me tache de desequilibrada porque me quejo si comentan que el hecho de que asesinen a una mujer puede deberse a que no denunció y no supo frenar a su maltratador a tiempo. Me intentan convencer de que deliro cuando afeo la conducta a los medios de comunicación por el tratamiento que hacen de las mujeres en las noticias. Estoy totalmente pirada si hago ver que recibo discriminación por ser gorda.

Por mucho que se puedan empeñar en intentar convencerme de que no soy normal, creo que lo que es anormal es nuestra sociedad. Una sociedad en la que la mitad de su población sufre discriminaciones, violaciones, insultos, rechazo y asesinatos por el simple motivo de su género, es una sociedad de verdad enferma, envenenada en lo más profundo de sus raíces. Y lo peor es la pasividad de muchas personas y el ataque de otras muchas hacia aquellas  que luchamos para cambiar el orden establecido y que reivindicamos, nada más y nada menos, que la igualdad.

Señoras y señores, no soy yo la desequilibrada, es el mundo el que lo está.

3 Comentarios

  1. Soldadito Marinero

    Muy buen homenaje a la mujer, un saludo!

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