Rupturas desintoxicantes

¿Cómo alejarnos de alguien que queremos mucho? ¿Qué hacer con esa amiga o amigo que nos deja sin fuerzas cada vez que nos juntamos para hacer algún plan, pero que no queremos sacar de nuestra vida? Mónica reflexiona sobre lxs «vampirxs emocionales».


Ilustración: Daniela


Cuando supe que este mes tendría que elaborar un texto sobre la cuestión de las rupturas, lo tuve claro desde el principio: escribiría sobre el proceso de romper una relación tóxica, de amistad sobre todo, pero de cualquier otro tipo. Sin embargo, ahora que estoy delante del ordenador, se me está haciendo una tarea difícil. He postergado este momento de sentarme con la hoja del openoffice en blanco todo lo que he podido. En mi cabeza he ido pensando durante el último mes cómo plasmar esto negro sobre blanco, e incluso he ido tratando de ordenar mi cabeza en intercambios escritos. Pero siempre, al final, me desbordaba una sensación de pánico (chiquitito, pero bastante incómodo) y pensaba: «¿Pero cómo voy a ponerme a escribir sobre estas relaciones tan íntimas, que tanta huella han dejado en mí?». Pues aún no lo sé, así que saldrá lo que pueda de la punta de mis dedos.

Hace ya un tiempo que trato de huir de estas relaciones tóxicas con personas a las que yo denomino «vampirxs emocionales». Son gente que me chupa la energía, que me dejan agotada, que me desarman. Suelo poner bastantes muros, con fosos y dragones para que la gente no acceda rápidamente a mí; esta gente se las apaña para dejarme sin defensas. Esto, así de primeras, no tendría por qué ser nada malo. Está muy bien sentirse sin defensas delante de alguien, no tener que estar alerta, poder relajar los dragones. Pero el problema con estxs vampirxs emocionales es que raramente es recíproco. Son gente que exige atención y cariño en cantidades que no están dispuestxs a ofrecer. Y, cuando no reciben lo que quieren, tratan de saquear; en definitiva, ya han destrozado la muralla, se sienten con el derecho a entrar y tomar lo que han conquistado.

Tras una relación de amistad de estas características, con este tipo concreto de vampirx emocional (hay otros muchos tipos, ¡igual me pongo a elaborar tipologías!), decidí que la ruptura era la única solución. Se convirtió en una cuestión de pura supervivencia. Soy una persona con bastante poca energía, y si encima me la succionan… me quedo agotada. Si quería sobrevivir, tenía que alejar como fuese a esa persona. Así que comenzó una laboriosa tarea de reconstrucción de mi muralla: agrandar el foso y dar de comer a las dragonas para que estuvieran bien hermosas y diesen mucho miedo. Es un arma de doble filo recuperarse de una relación que te deja así y que te fuerza a esconderte detrás de un muro: por una parte, consigues sobrevivir sin que te sigan chupando la energía; por otra parte, te conviertes en impenetrable, pones las mil alertas para que no te vuelva a pasar, y te quedas muy sola. Pero, ¿qué puedes hacer? ¿Seguir dejando que entren hasta la cocina sin tu permiso y seguir estando allí incondicionalmente? ¿Y cómo construir una muralla para sólo ciertas personas y seguir siendo una persona abierta para las demás? ¿Y si las demás también se toman confianzas que no son? El caparazón protector se convierte en tu cárcel. Maldita ruptura.

Por otra parte, están las relaciones tóxicas que más que intoxicarte, te embriagan. Son aquellas que sabes perfectamente que son malsanas, pero que son adictivas. Como me dijo hace poco una gran persona, este tipo de relaciones te ofrecen un gramo de bienestar por kilos de horribles sensaciones. Pero ese gramo es tan rico, el recuerdo de su dulzor dura tanto, que al final atraviesas la mierda pensando en lo bonito que es todo. Te enganchas a esos momentillos aislados que molan mucho, y pierdes la perspectiva sobre lo complicado y feo que es todo lo demás.

Hasta que llegas a un punto en el que haces balance, y sabes en tu cabeza que los kilos de mierda no compensan esos pocos buenos momentos. Pero, aún así, se te parte el corazón si tratas de alejarte de esos escasos momentos maravillosos. Querrías que todo cambiase, tratas de aumentar la cantidad de buenos momentos, y lo único que haces es meterte cada vez más en el fango. Quizás en este momento eres tú quien que se convierte en vampirx emocional, tratando de exprimir gramos de una relación que te tiene atrapadx. ¡Qué rabia! ¡Rabia infinita no poder ser fuerte y alejarse silenciosamente!

¿Y cómo se sale de ésta? Imagino que, como con todas las adicciones, tratando de poner distancia con aquello que te hace perder el oremus. Así que te ves forzadx a echar una vez más el candado y tratar de convencerte de que no necesitas esos momentos de alegría momentánea, que esa persona en realidad no es tan interesante y que no hace falta que forme parte de tu vida. Te repites constantemente que no compensa, que no compensa, que no compensa. Supongo que quizás llega un día en el que te lo crees y, entonces, la ruptura puede dejar de ser dolorosa.

Las rupturas con personas con las que se ha tenido una relación parejil o físico-emocional o lo que sea son duras; pero para mí han sido más destructivas las rupturas con personas con las que esa intimidad no había existido. Por otra parte, siempre he estado muy contenta de mis decisiones de ruptura de relación tóxica, porque creo que he salido muy fortalecida. Se siente una muy débil cuando no controla la situación (ya sea porque te avasallan o porque te huyen). Es durísimo alejarse de alguien que te hace sentir todas estas cosas. Normalmente pasamos por la vida teniendo relaciones de amistad divertidas, con más o menos confianza, pero que no te hacen sentir pasión. Cuando la presencia de una persona te pone los pelos de punta y se genera esa intensidad, es muy difícil desengancharse aunque se sepa que el destrozo está siendo terrible.

Sin embargo, son rupturas muy constructivas en realidad. La ruptura con este tipo de situaciones te obliga a recomponerte, a recuperar el equilibrio. Es difícil gestionar cómo amurallarse sin convertirse en una ermitaña huraña, ¡pero eso daría para otro texto diferente! Así que, si bien son experiencias tremendamente dolorosas, incluso traumáticas; tenemos que reconstruirnos, levantarnos de las cenizas, romper con todas esas relaciones que en realidad no hacen más que dar dolor de cabeza, y rodearnos de gente que en lugar de chupar energía nos la da, y que ofrece kilos de buenas sensaciones.

 

17 Comentarios

  1. Fatal¡¡¡… faltas de ortografía¡¡¡… me dio mucha flojera lo que escriben… Un texto muy aburrido… no llegan a ninguna idea clara… es como sí solo dieran círculos… un monólogo para el cuarto de baño.

    • Hola Lucie! Podrías indicar qué faltas de ortografía observas? Para añadir algo constructivo al comentario… Un saludo.

  2. sinánimodeofender

    Pues a mi me parece muy tragico eso de amurallarse, de alimentar los dragones para defenderse.
    Me da la impresión de una actitud muy a la defensica, de estar en guerra con el otro, y creo que buscar el modo de estar en inmanencia con el otro es lo ideal.
    Pero si estoy totalmente de acuerdo en que hay gente nociva, porque te dejan tirado a la mínima, egoistas y narcisistas que no saben eacuchar, pura representación de ellos mismos que agota verdaderamente, pero yp creo que se les ve venir de lejos, y si hay que mandar a alguien al carajo pues se hace sin excesivos dramatismos, se le aleja y se.transforma el vinculo, relaciones de vecindad que yo llamo, los.vecinos pueden ser capullos pero uno puede llevarse bien desde la distancia y vernos lo jistito.
    Se ve que hay un enganche por parte de la autora del texto a enganches emocionales, que le sesucen cierto tipo de personas que le hacen daño, pues bajo mi punto de vista eso hay que trabajárselo, decir que el otro es nocivo y alejarse puede funcionar un tiempo pero si no sabes porque te suceden ese tipo de relaciones, seguirán surgiendo, y luego el dramón de la ruptura, alejamoemtp y reconstrucción, lo dicho demasiada tragedia, demasiado enganche al sufrimiento.
    Espero que la crítica aporte algo al debate.
    Un saludo

  3. Hola Fridas! Me llega este texto en un momento interesante de mi vida, ya que he decidido romper con una relación que realmente saca muchas de las cosas feas de mí: con mi madre. Es difícil de describir lo duro que es pero creo que puede ser el camino para mi reconstrucción personal.
    Por otro lado, las felicito a todas por el trabajo que hacen manteniendo este espacio lleno de ideas e información que realmente son útiles 🙂

    • Ánimo con esa ruptura, con una persona que deja tanta huella como una madre. Suerte 🙂

  4. Interesante este artículo! Supervivencia pura y así es… me ha pasado, aprovechando una pelea decidí tomar distancia, varios meses pasaron para poder volver a mi energía normal. Aquí estoy intentando no convertirme en ermitaña y volver a confiar .Sacarme toda la mierda y ciertos recuerdos negativos. Me dieron ganas de leer más acerca de las murallas que una construye en defensa propia.Y así no volver a cometer los mismos errores de ayer… Saludos!

  5. Catalina Gonzalez

    Hace algunos años aprendí que puedo ser feliz , y a la vez , pude alejarme de vampiros energéticos , yo así los menciono 🙂
    Cuando uno aprende a observarse como actuamos , podemos cambiar lo negativo en positivo , y así uno va queriéndose mas , valora uno la vida , nuestro tiempo y cuidamos nuestro bienestar , y no permitimos ya perder el tiempo con gente así , y lo mejor es decirles adiós !!!
    Definitivamente vale la pena , aunque cueste trabajo ,y con el tiempo , en vez de lamentarlo , lo festejamos 🙂

  6. El artículo me invita a despegarme de un ataque de crisis porque se me cayó el mate en el ordenador donde estuve escribiendo todo el día de ayer sin copia de seguridad, auch! solo lo cuento pero sin pretensión de desmerecer este momento ni lo agradable que fue la lectura de tu artículol
    Yo quería hacer una búsqueda paralela al porque cuesta despegarse de estos vampiros emocionales desde una perspectiva más de auto-crítica o de autoobservación. Y es que para mí, lo que nos ata, no son solo esos gramos de momentos agradables, sino nuestra propia toxicidad. Quiero decir: hay algo de su toxicidad que nos hace sentir, seguras, mejores o buenas personas, el responsabilizarnos de las paranoias ajenas y no saber como desengancharse no necesariamente debe conducirnos a compensar esos pocos momentos buenos con los momentos malos, sino entender que alimenta en mí estar en esa relación aún en los momentos malos. Muchas veces me ha pasado de estar en relaciones toxicas con amigas donde comprendí que lo que me ataba era la necesidad de ser apoyo indispensable de alguien. Pues, jódete! cuando lo ves, te sientes tan mierda y miserable, que ya no hay ganas, ni por ella, ni por tí, de seguir la relación. Y santo remedio!! Un abrazo, desintoxicado y aislado (jjiji)

  7. Muy enriquecedor su texto, la verdad a mi me lleva pasando esto años, pero gracias a eso aprendi a saber llevar mi muralla y a saber manejar a esos vampirxs emocionales. Lo pasas mal y son momento doloros pero con el tiempo lo agadeces.

  8. Muchas Gracias , necesitaba leer esto , aunque soy una terca y mañana continuare en esta relaxion apasionada, toxica y extraña.

    Hace falta mucha fuerza para plantarle cara a estas adicciones . saludos!

  9. opinante

    Ibamos tan bien danielita hasta que puf, te saltaste la parte interesante, estabas dejando fluir las emociones de tal manera que me sentí identificado hasta que llegue a una parte donde me dió la sensación que escribiste energicamente pero luego lo leíste y lo borraste, una pena. o que pena los editores en una de esas, es un loop de locura que debemos controlar al fin y al cabo, nadie te puede dar las respuestas porque cuando te las dan las preguntas cambian, dulce locura, que nunca ese amor será más puro que ninguno

    • «Danielita» no es la autora del artículo, soy yo, Mónica, sin diminutivo, no es necesario dirigirse a mí con ese deje de paternalismo.
      No me he dejado absolutamente nada fuera. Creo que no hace falta que cuente mis intimidades para que se comprenda lo que quiero transmitir con el artículo. No creo que sea el lugar para ahondar en dar nombres y entrar a especificar situaciones concretas; no es un artículo para cotillear sino para reflexionar sobre sentimientos.

      Por otra parte, tampoco las editoras de PK han borrado nada, ni censurado nada. El artículo es así, tal cual! Siento no haber satisfecho tus curiosidades! 🙂

  10. Catalina

    Muy buena reflexión! He tenido una que otra de esas relaciones absorbentes en mi vida y realmente es difícil salir de ellas. Comienzas a construir un montón de inseguridades que luego, una vez que haz logrado salir de aquella relación y comienzas a construir nuevas, no te dejan disfrutar las nuevas experiencias. Es claro que es difícil salir de ese círculo vicioso, pero al ser una consciente de lo que ha aprendido de esas relaciones tóxicas, poco a poco se pueden construir muros fuertes y dragonas fieras para unxs y mansas para otrxs 🙂 Me ha costado mucho dejar aquellos fantasma de relaciones anteriores atrás, pero no pierdo la fe en que se puede.

    Muchas gracias por compartir esto con nosotrxs, me ha hecho reflexionar mucho!

  11. Me senti tan identificada, tantos años de amistad con un gramo de bienestar por kilos de horribles sensaciones. Pero ese gramo es tan rico, el recuerdo de su dulzor dura tanto, que al final atraviesas la mierda pensando en lo bonito que es todo.
    Creo que es momento de retirarme silenciosamente…

    • Efectivamente a la larga no compensan y vas perdiendote en medio de la embriaguez…

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