Pequeña guía de champús ecológicos

Sí tú también te has planteado empezar a cuidar tu pelo de una forma más respetuosa con tu cuerpo y con el medio ambiente, esta Frida te trae varias alternativas.

---

Ilustración: Ninde

---

Hace bastante tiempo que dejar de usar productos químicos se ha vuelto una moda, pero esto va mucho más allá de consumir una determinada marca y de seguir ciertos patrones. Al igual que la preocupación sobre qué comemos, es importante saber cuáles son los productos que respetan al medio y a nosotrxs mismxs.

Hay distintas corrientes y distintas maneras de preocuparse del cabello de manera ecológica. En mi caso, hace bastante tiempo que soy vegetariana y practico yoga diariamente. Por lo cual, hace rato quería hacer un cambio en la manera de relacionarme con los productos y en mis hábitos de consumo, adquiriendo una mayor consciencia de ellos.

Cuando hablo de “químicos” me refiero al Sodium laureth sulphate (SLES) y  Sodium lauryl sulphate (SLS) principalmente. Lo que hacen estos ingredientes es encapsular la suciedad y eliminarla. Son tan poderosos a la hora de eliminar la suciedad que son utilizados como limpiadores industriales de piso y de motores. En definitiva, mientras más espumoso es el champú o el jabón, mayor es la cantidad de SLES o de SLS que contiene. Por esto, no es de extrañar que varios estudios demuestren los efectos irritantes de estos ingredientes en Estados Unidos.

Para entender las distintas variantes o corrientes que buscan eliminar estos champús, les dejo un pequeño glosario:

– El “no poo”: es un movimiento de gente que deja de lavarse el pelo o se lo lava sólo con bicarbonato y vinagre para desintoxicarlo de productos químicos. En el caso del “no poo”, el objetivo final es lavar el pelo cada vez menos, puesto que, según explican, por culpa de los champús sintéticos, el cabello perdería su cebo natural resecándolo. Así es como después muchas personas no tienen más opción que comprar serum reparadores o aceites naturales para las puntas quebradizas.

– En India, el país donde surge el ayurveda –es una forma de medicina tradicional que significa ciencia de la vida y que está muy ligado a la filosofía del yoga– son especialistas en estos productos. Muchos de ellos no contienen químicos, pero no podemos afirmarlo completamente porque no los conocemos todos. Lamentablemente estos productos hay que encargarlos por internet y si bien son muy baratos en India, su transporte encarece el precio final.

– Algunas empresas (como Aroma-Zone, en Francia) enseñan cómo hacer tus propios champús en barra vendiendo los ingredientes y haciendo cursos para que aprendas. Los precios no son para nada económicos, pero una vez que aprendes te ahorras bastante elaborando tus propios champús y bálsamos en barra. También venden polvos indios con los cuales puedes hacerte mascarillas y lavarte el pelo.

– Otras marcas como Weleda o The Body Shop tienen sus propios champús y bálsamos sin sulfatos. Sólo he probado el de The Body Shop, que deja el pelo como si no te lo hubieras lavado, eso por culpa de la poca espuma que tiene. Las consejeras de esta marca me advirtieron que el proceso de desintoxicación del cabello toma su tiempo y que en muchos casos el pelo se siente mucho más grasoso. Mientras que Lush tiene algunos champús sin sulfatos, uno de ellos es el de banana, con un precio muy elevado, pero a mí me ha gustado muchísimo porque deja el pelo suave y no lo reseca.  Otras marcas como Amika también tienen champús sin sulfatos.

– Los intentos más ecológicos buscan dejar atrás los envases y empiezan a elaborar champús en barra. Todavía no son muchos, pero se pueden encontrar en algunas farmacias homeopáticas. Lush vende champús y bálsamos en barra, sólo estos últimos están completamente libre de químicos.

En consecuencia, existen varias opciones: unas más baratas que otras, unas más radicales y otras más comerciales. Todas ellas apuntan a objetivos similares, de distinta manera, que refieren a cuidar nuestro cabello de una manera más saludable y menos tóxica. La elección por una de ellas es muy personal y está determinada por nuestra voluntad de cambiar. Por mi parte, intentaré seguiré usando los champús sin sulfatos que encuentre, mientras aprendo a hacer los míos en barra. Ya les contaré sobre la manera de realizarlos una vez que lo logre.

Camila Ponce (@kamilpons), del 84, de Santiago. Vive entre Francia y Chile.
Viajera, profesora de yoga, fundadora y editora de www.lassimones.org. Le gusta sacar fotos y escribir.