Las dos Fridas

Últimamente me he dado cuenta de que dos personas conviven dentro de mí, cuando hago autoexamen de mí misma, obtengo una calificación que no se corresponde con la que me ponen lxs demás. ¿Podré sobrellevar esta doble identidad o terminaré volviéndome loca?


Ilustración: Amanda


Recuerdo con claridad como en el colegio las profesoras me solían poner por las nubes. Siempre alababan mi inteligencia, mi responsabilidad y no sé cuántas cosas más. Incluso se atrevían a comentar lo guapa que era. Pero, cuando las escuchaba, siempre me daba la impresión de que estaban hablando de otra persona distinta. ¿Esa chica a la que se referían, esa con tantas cualidades era yo? No era posible. Yo era esa niña empollona, aburrida y más bien tirando a fea. Los deportes se me daban mal, era torpe y gorda. No, definitivamente mis profes estaban totalmente equivocadas.

Cuando llegó la adolescencia, el tonteo con los chicos y demás gaitas, veía como el resto de chicas ligaban por doquier mientras que yo no me comía ni una rosca. Todas mis amigas me decían que me olvidara de aquel chico por el que suspiraba y que me trataba tan mal. De él tuve que soportar lindezas del estilo de si adelgazas puede que me plantee salir contigo. A pesar de los ánimos que recibía, de las mil y una veces que me repetían que ese muchacho no me merecía y de que, aunque al final tuvimos algo juntos, él jamás reconociera que yo le gustaba, yo pensaba que el susodicho llevaba razón. Desoía consejos y dinamitaba cumplidos. ¿Cómo un chico tan maravilloso iba a elegir estar con alguien como yo?

Pasados unos pocos años, con la primera relación formal, que finalmente resultó durar diez años, sería de esperar que hubiera aprendido a aceptar que me dijeran cosas bonitas y que ensalzaran mis virtudes. Pero no. Tropezaba una y otra vez sobre la misma piedra; y cada vez que mi chico me decía algo bonito sobre mi físico o mis capacidades, no era capaz de aceptarlo. A veces lo disfrazaba de sonrisa, o musitaba un marchito gracias. Pero en el fondo, jamás me lo terminé de creer. 

Esta situación es la de nunca acabar. Podría aplicarla a lo que me dice mi madre, mis compañerxs de universidad, mis amigxs, mi chico… Este último suele desesperarse muy a menudo, cada vez que dudo de que le guste, que suele ser una vez al día de media. Pero es que, a pesar de que he conseguido pequeños triunfos personales como verme guapa o sentirme atractiva, sigo pensando que la gente que me rodea no ve lo mismo que veo yo. Para que nos entendamos, es como si me hubieran puesto un filtro que desparece cuando yo veo mi reflejo en el espejo.

Normalmente es algo que me ocurre con el físico. A día de hoy, me resulta muy difícil aceptar un cumplido. Porque siempre pienso que no va en serio de verdad. Porque le doy mil vueltas. Porque no puede ser. No, no y no. Esa a la que llaman guapa es otra. ¿Cómo se atreven? ¿No se dan cuenta de que tienen escrita en la frente la palabra MENTIRA, así, en letras gigantescas? A otro perro con ese hueso, yo no caigo en la trampa.

Y resulta que últimamente, a pesar de que habitualmente sigo creyendo que hay dos Eloísas diferentes que caminan la una al lado de la otra de la mano, como Las dos Fridas del famoso cuadro de nuestra patrona, me empiezo a dar cuenta de que quizá no me hayan estado mintiendo durante todos estos años. Porque vamos a ver, si yo soy capaz de decirle a la gente a la que aprecio y quiero sus cosas buenas, al igual que les puedo comentar las malas, ¿por qué no habrían de hacerlo ellxs igual? ¿La gente que nos quiere nos miente? No, no lo hace. Nos animan diciéndonos cosas bonitas sobre nosotrxs para que salgamos a la calle con los labios pintados de confianza. 

Intentaré que la próxima vez que alguien cercano me diga algo bonito, de mí sólo salga una expresión de agradecimiento, un achuchón o una sonrisa, sin plantearme si es mentira o no. Me olvidaré de esa otra Eloísa llena de imperfecciones que creo que soy. Y, sobre todo, sintiéndome afortunada por tener tanta gente cerca que me dice cosas preciosas.

11 Comentarios

  1. Mi vida adolescente actual puesta en un post.
    ‘I’ve never been good enough’ como lema de vida
    Me siento de esa forma cada día de mi intrínseco camino al ‘ser alguien’ , con las inseguridades fisicas por delante disfrazadas del cerebro nutrido y entrenado (para las posibles respuestas a los comentarios agradables a porvenir)
    No encuentro posible el hecho de ser querida y preferida por alguien, ‘alguien debe estar grabando y haciendome una broma’
    Tal vez algun dia pueda eliminar ese filtro, pero aún allí .. quedan muchos otros filtros por descartar.

  2. Pienso lo mismo desde que tengo 14-15 años y, a veces, de verdad me complica mucho el tema. Siento que la falta de confianza me juega mucho en contra de repente u-u. Saludos!

  3. SANDRA ISLAS

    Pfff !!! es mi caso…me han dicho cosas preciosas…y no me las llego a creer…y sobre todo cuando llega mi período,hinchada,demacrada,malhumorada ,todo me parece triste y gris…obvio,no hay lugar para halagos,vamos…se lo que estoy viendo…o tal vez este ciega…tal vez debería verme con los ojos de los que me aman…y amarme un poco o mucho mas.

  4. Antonella Luján

    Increíble!!! me siento igual ya desde hace muchos años atrás, pero recién me dí cuenta este año de aquello, también lucho por ver lo que los demás ven en mí. Me afecta mucho, en los peores días no quiero que me tomen fotos, no quiero salir a la calle, hablar con nadie, incluso llego a llorar desesperadamente, trato de controlarlo. Hay días en los que despierto y solo puedo ver defectos en mí, por suerte a veces despierto y veo otras cualidades, no pasa muy a menudo, pero cuando sucede lo aprovecho al máximo y trato de ignorar esa voz interior que dice «eres imperfecta».

  5. Carolina nicol

    Creo que muchas veces me he sentido así, como si hubiese dos carolinas dentro de mi, y esa sensación de i seguridad sobre lo que las personas que te rodeas piensan realmente de ti. Dudar de los motivos del resto para acercarse a ti. Afecto sobre todo en el ámbito de pareja es allí donde damos mas elogios. Es hora de cambiar actitud y comenzar a darse cuenta que el no ser un prototipo de los que la sociedad exige en cuanto imagen, no te hacen menos, ni se merecen que dudemos de nuestra apreciación.

  6. Sarai Avila

    Es casi increíble lo que leo en este articulo parece que estuviera leyendo mi vida den la vida de otras personas, a excepción de que no he tenido nunca una pareja y que los hombres siguen prefiriendo ser mis amigos o conocidos que algo mas

  7. Carolina

    Me he sentido totalmente identificada con este artículo, es bueno saber que no soy la única que se siente de esta manera pero lo mejor es saber que podemos quitar ese filtro y querernos aunque sea de a poco…Nunca es tarde cierto?
    PD: También me gusta el brócoli, Eloisa *-*/

  8. Muy identificada, creo que todas o casi todas somos dos fridas pues somos muy críticas con nosotras mismas.

  9. Esta bueno compartir como te sentis, ser sincera es importante. Pero pienso que, habiendo pasado mil veces por lo que contas, lo importante es cambiar el discurso. Sos afortunada porque sos unica, maravillosa, bella, etc y no poruqe te lo digan los demas. No te vas a volver loca. lo que tenemos que hacer las personas con baja autoestima es dejar de pensar en ello solamente. hacer cosas uqe nos hagan sentir bien, sacarle el jugo a lo mejor de nosotras mismas, por nosotras mismas, que no te importen los espejos..y deja de escuchar esa voz que te auto critica constantemente. al menos eso a mi me ha servido mucho. es sencillo de resolver, mas de lo que te imaginas. gracias por compartir cosas tan intimas y personales, pienso que a muchas puede ayudar. saludos. M

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