Secretos emocionales: la filofobia

Marta nos descubre los secretos de la fobia al amor,  dejando bien claro lo que es, cómo se da y qué hacer frente a ella.


Ilustración: Nicole


La filofobia (término no avalado oficialmente) también es conocida como el miedo al amor y su definición exacta sería «miedo al amor, a enamorarse o estar enamorado«.

Tenemos que tener en cuenta que no estamos hablando de un miedo sino de una fobia, es decir, un miedo exagerado e irracional frente a cualquier circunstancia, objeto o evento, en este caso hacia «Filo», es decir, el afecto.

Ese miedo lo que va a hacer es que pongamos obstáculos al amor, que creemos desiertos de un granito de arena, que busquemos excusas para no empezar una relación o que, una vez creada, acabemos con ella. O, como sucede en muchos casos, consigamos a través de disputas, que sea la otra parte la que de el paso de dejarnos.

Hay otros que directamente optan por relaciones idealizadas e inalcanzables y de esa manera tienen la excusa más fácil: «no es que no quiera tener una relación, es que nuestra relación es imposible».

¿Por qué sucede esto? ¿De dónde viene? ¡Sorpresa, sorpresa! De nuestra educación, de nuestra infancia. Se da en personas que, por lo general, son muy inseguras y ¿qué hay más descontrolado que el amor? Esas sensaciones que todos vivimos cuando estamos enamorados: los nervios, la urgencia de ver a la otra persona, de saber de ella, las charlas interminables, los besos, abrazos, caricias, etc. TODO eso para un filofóbico es percibido como algo aterrador, es algo que no controla, que le hace vulnerable y le da miedo… Teniendo en cuenta esto, normal que no quiera tener una relación, ¿verdad?

¿Realmente una persona que padece filofobia tiene miedo al amor? No. En realidad tiene miedo a la pérdida de ese amor. Son personas que ansían afecto pero lo evitan porque para ellos no es asumible su pérdida y esto hace que, a simple vista, parezca que tienen miedo al afecto en sí. Para estas personas el dolor de una pérdida es mayor que el placer de la relación o por lo menos el dolor por el que ellos presuponen que pasarán.

Es como, por poner un ejemplo muy burdo pero para que nos entendamos, la persona que ha tenido un perro o un gato al que ha querido mucho. Con el que ha convivido durante muchos años y, tras su muerte, decide que nunca más quiere volver a tener uno porque lo que vivió con ese animal no le compensa el dolor que luego le produce su ausencia. La cosa es, ¿puedes vivir sin volver a tener un perro o un gato? Sí. ¿Y sin tener una relación? Por poder, puedes pero lo importante es: ¿quieres?

Lo bueno es eso de «el amor puede con todo» un clásico, manido y oído, dicho y repetido hasta la saciedad, pero la verdad, bastante real en este caso. Es así ya que el ser humano, de nacimiento, es un ser afectivo, busca el apego, el contacto y ¿puede éste intentar renunciar a este sentimiento? Puede intentarlo pero, al final, su propia necesidad superará ese propósito.

Muchas veces, para poder acercarnos a estas personas tenemos que utilizar la estrategia del NO. ¿Me quieres? No, ¿te estás enamorando de mi? No, ¿lo harás? no. Y la persona baja la guardia y es en ese momento en el que se le puede hacer ver. Porque la filofobia, al igual que las demás fobias, tienen cura y con una buena terapia se puede superar. Lo principal es que se den cuenta, que aprendan a identificar sus pensamientos y comportamientos, que se quieran a sí mismos, que aumenten su autoestima, que entiendan la diferencia entre querer y depender. Y que no dejen en las manos del otro su felicidad sino que aprendan que la felicidad está en sus manos y el otro está ahí para compartirla.

¡Enamorémonos! Hoy. Mañana. Siempre.

Marta G.

 

9 Comentarios

  1. Ay querida…me siento taaan identificada. Soy madre de dos niños y de dos relaciones distintas. Cual de las dos terminó peor.uno fallecido y el otro engañandome en pleno. Hllevo mucho rato sola y creo sentirme feliz aasi.pero cuando se me acerca un macho con elogios y demases,me angustio demasiado,no quiero volver a enamorarme.creo que no soportaria mas dolores y desiluciones.hay momentos que lloro desconsiladamente del hecho de pensar que a mis hijos les pase algo…debo pedir ayuda?

  2. guao me describieron completamente 25 años y no he podido tener un novio porque huyo que horrible

    • Marta G.

      Hola María, nunca es tarde! eres muy joven, da el primer paso y, si no sabes como, busca la ayuda de un psicólogo que para eso estamos 🙂
      un besito!!

  3. América Bárcenas

    tengo 17 años y no he tenido novio, no porque no quiera (aunque si quiero) pero porque me da miedo y me intimida todo lo que conlleva una relacion amorosa,los besos, las atenciones, mi comportamiento con el, me da miedo que me puedan herir, no me abro facilmente y no quiero hacerlo..que hago?

    • Marta G.

      América, yo te aconsejo que acudas al psicólogo para que con él/ella de guía descubras el porqué y puedas trabajarlo para que lleves la vida que quieres vivir.
      Un besito!

  4. No sabía que existía esta fobia con nombre y todo… Y encima me describe completamente! Cada vez tengo más motivos para consultar con un psicólogo :/

    • Marta G.

      Pues adelante! que igual que si nos duele el cuerpo acudimos al médico, ¿por qué no acudir al psicólogo cuando notamos que algo no va del todo bien? 🙂
      un besito!

  5. victoria

    me siento totalmente identificada con esta fobia, y no se por donde empezar para superarla!

    • Marta G.

      Hola Victoria! disculpa el retraso… el primer paso sería ponerte en contacto con un psicólogo que te ayudará a guiarte. No lo dudes y da el primer paso.
      Un besito!

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