¿Quién teme al feminismo?

¿Por qué da miedo decir “soy feminista”? ¿Qué nos pasa con el término? Reflexiones de dónde estamos y hacia dónde vamos.


Ilustración: Isa


“Yo no soy feminista”, “Creo en la igualdad pero no soy feminista” (?), son algunas de las frases que he ido leyendo sin cesar últimamente por internet… y escuchando por todas partes. No tan solo de cualquier persona de a pie (con estudios universitarios o sin ellos), sino de mujeres famosas, que por su condición mediática influencian muchísimo en la sociedad. Y digo yo ¿por qué ese miedo? ¿Qué creen que es el feminismo? ¿Por qué renegar de él?

Para seros sincera, hace un tiempo a mí tampoco me gustaba un pelo el término feminismo. Que sí, que estaba muy bien para mí la idea de la igualdad y todo eso, pero, ¿feminista yo? Ni en broma. Eso del feminismo lo veía de histéricas, de amargadas, de lesbianas comehombres. De radicales quemasujetadores feas, de pelo corto y camiseta ancha. Sí, a mí también me vendieron la moto. Hasta que me decidí a conocerlo en profundidad.

 

«No soy feminista, pero me gustaría que se tratase a las mujeres igual  que a los hombres»
 

Fue algo así como un enamoramiento. Me desvelaba todo aquello que había intuido pero que no sabía con certeza. Un universo que me dotó de las famosas “gafas violetas” que te hacen afinar tu percepción sobre lo que considerabas «normal».

Pero me sigo preguntando ¿por qué se ve así? De hecho, podría autoformularme la pregunta y pensar que por qué yo lo veía así… Si solamente hace falta acercarse a la definición de cualquier diccionario para ver que feminismo es hablar sobre igualdad. Creo que hay mucho prejuicio en torno al feminismo. Se me ocurren, fundamentalmente, ocho ideas erróneas que hacen que cuando digas «soy feminista» a la gente se le ponga cara de susto:

1. «Es cosa del pasado». Como se citaba en un artículo que he enlazado anteriormente, seguramente esté relacionado con que se ve algo “desfasado”. Anacrónico. La imagen de feminista se tiene asociada con hechos políticos convulsos del pasado. Es la imagen de la trabajadora fabril con el puño alzado. Que, oye, no tiene nada de malo. Realmente fueron unas luchadoras. El problema está en que nunca se piensa en feminismo en términos de “presente”. Y con esto vamos al punto dos.

2. “Ya no sirve para nada”. Increíble pero cierto. Hay quien piensa que ya “todo está hecho”. Que con poder votar, ir a la universidad y trabajar ya está el tema arreglado. Lo que no suelen contemplar quienes afirman tal barbaridad, es que nosotras seguimos cobrando menos que ellos en determinados puestos de trabajo, que se nos demanda mucho más para alcanzar los mismos puestos de poder. Que sí, trabajamos fuera de casa, pero en la inmensa mayoría de casos somos nosotras las que se cargan a las espaldas, además, las tareas domésticas y de crianza. Que si una mujer es política se va a hablar de la ropa que ha llevado, de su maquillaje o cualquier aspecto banal, dejando en segundo término sus palabras; o, si se las atiende, será para criticar lo “histérica” que se ha puesto. Podría continuar horas poniendo ejemplos. Porque el trato que nos ofrecen a nosotras es discriminatorio.

 

 

3. «Ser feminista es ser exagerada, ser una exaltada, una radical». Seguro que esto os suena muchísimo. La idea de que las feministas nos quejamos por todo, de que somos unas pesadas, de que no podemos estar tranquilas y por ello… somos unas histéricas y unas amargadas. Vamos, que se nos culpa por levantar la voz frente a las actitudes machistas. Y es que mires por donde mires, están en todas partes. Una vez te pones las gafas violeta afinas mucho la percepción de lo que te rodea, y puedes ver con facilidad cómo han calado todas esas ideas machistas de que la mujer es alguien (e incluso «algo») al servicio del hombre. No haré una disertación sobre lo que encuentras con las malditas gafas violetas puestas -y digo malditas porque una vez te las pones es como si te las soldaran a fuego y jamás te las podrás quitar-; el caso es que, ¡mujeres quejándose del machismo! ¡¿Dónde vas a parar?! ¡Mujeres alzando la voz, diciendo que ya basta, en vez de estar calladitas, sonrientes y bien bonitas! Esto no es femenino, plantarse y decir que no aguantas más ¡es de amargadas histéricas! Dónde vamos a parar… Ah, y sí, las feministas somos unas radicales. Porque vamos a la raíz del asunto, a su base.

4. «Eso del género, el feminismo y demás, es cosa de estudios universitarios». También hay mucha gente que lo ve así. Como una especie de ghetto cultureta. Algo que se estudia en las universidades y de lo que se habla en seminarios, pero que si no estás en ese círculo no es para ti. Nada más lejos de la realidad. Aunque es cierto que es motivo de estudio en las universidades -algo muy necesario y que aplaudo-, el feminismo trata cuestiones cotidianas, que nos afectan a todas. No es algo que esté sólo en las mentes de las estudiosas.

5. “Ser feminista es ser antihombres”. El clásico. Aquí no me voy a detener. Vamos, ¿en serio?

 

6. “Es que el término es controvertido”. Esta es una de mis preferidas, precisamente porque yo he estado aquí. No voy a entrar en si el término es el más correcto o no. Que está muy bien revisar los términos y que se discuta sobre los conceptos y demás. Pero sin perder la perspectiva. La cuestión es que estamos donde estamos, con los términos que tenemos y la palabra feminismo es el exponente de una lucha vigente. Además, la palabra feminismo remite a toda esa lucha histórica que han llevado a cabo grandes mujeres de las que las nuevas generaciones recogemos el testigo. Porque para mí, utilizar esta palabra es recoger ese testigo, volver a darnos la voz que todas esas mujeres nos han querido dar. Es seguir hacia delante. Es posicionarnos, ponernos en pie y hacernos valer.

7. “Es que hay feministas que tela…”. Hay quienes atacan al feminismo bajo el pretexto de que hay feministas que no veas lo que afirman… Independientemente de a los comentarios a lo que se refieran, este argumento no lo acabo de entender. Hay quien enarbola la bandera de la democracia y expresa ideas políticas más cercanas a la dictadura, o quien dice que no es racista “pero los X a su país”, y sin embargo no se reniega de usar las palabras “demócrata” o “antiracista”. ¿Por qué deberíamos renunciar a la palabra “feminismo” sólo porque en ocasiones no esté bien empleada o la usen personas que no piensan como nosotras?

«Feminazi». Porque querer que tu género sea tratado como los seres humanos es lo mismo que invadir Polonia
 

8. «Ay, cuánto machismo…«. Y es que, en definitiva, todo lo anterior, que nos dé miedo decir que somos feministas, que se asocie la palabra a que somos unas amargadas, o, sencillamente que lo asociemos a que queremos ser consideradas superiores a los hombres, no es más que una muestra de la sociedad machista en la que vivimos. Es otro de sus triunfos. Los prejuicios formados a su alrededor lo único que pretenden, y consiguen, es machacar al feminismo y a su lucha.

Por suerte no todo el mundo lo ve así. Hay personas potentísimas que se declaran feministas sin ningún tipo de tapujos. Porque tienen claro lo que es ser feminista. Hay mujeres famosas que lo cantan a los cuatro vientos. Y teniendo la trascendencia que tienen, es de agradecer.

«Me digo feminista cuando la gente me pregunta si lo soy, y por supuesto que lo soy porque trata sobre igualdad, por lo que espero que todo el mundo lo sea. Sabes que estás en una sociedad patriarcal cuando la palabra feminista tiene connotaciones raras». – Ellen Page
 

Lo que espero para el futuro es que el término feminismo sea revalorado. Que tome el poder que contiene la palabra y se use. Que nos deje de dar vergüenza, que no lo digamos con la boca pequeña, que no dudemos de él. Ser feminista constituye un acto de autodefensa para las mujeres. ¿Que nos ven radicales? Pues será que sí, porque como he dicho, vamos a la raíz del asunto. ¿Que nos llaman exageradas? El sexismo nunca es un caso menor. ¿Que somos unas histéricas? ¡Pues que viva Liliana Felipe!

 

 Irene

67 Comentarios

  1. Rayon de soleil : Alexander a rejoint l’actrice Camilla Belle , qui est robe jaune vif dans le soleil

  2. Yo estaría encantado de vivir en un mundo sin el machismo y sigo mi lucha personal contra tantas mujeres que solo quieren ver en mi una fuente de dinero sin detenerse ni un solo minuto en mirar otros valores que pueda tener. Me limito a eso sin entrar en todas las demás distinciones que hacen en función de mi género. El machismo es una cuestión de actitudes de una sociedad o sea tanto de hombres como de mujeres. Decir que es SOLO un problema de los hombres es pecar de lo que se critica.

    • Irene

      No, desde luego que el machismo no es sólo un problema de los hombres, ya que es a las mujeres a quienes más nos limita y afecta.

      ¡Un saludo!

    • Pues díselo a la mujer con la que me encontré este mismo fin de semana que afirmaba orgullosamente que gracias a su género podía conseguir cualquier cosa de cualquier hombre. El machismo no lo ve precisamente como una desventaja sino todo lo contrario. Es realmente frustrante la verdad. .

    • Veo que no se te respondio y tienes razón, el machismo provee ciertos beneficios , entre comillas, a cierto tipo de mujeres y vale la pena explorarlos, la educacion llamada machista se transmite de padre y madre a hijos e hijas, no se ha analizado la raiz de esto, ¿que cosa gana la mujer que transmite esta educacion machista? ¿Cual es el temor de perder ese machismo? Muy interesante y hay de donde cortar, creo que hay que ahondar ese tema no como critica o ataque sino como motivo real de analisis.

  3. Hola! Soy de Guatemala, y vivo en la Ciudad. No quisiera extenderme mucho al respecto, pero la sociedad en la que vivo es machista al 100%.

    Me reconforta MUCHISIMO que hayan personas como tú, Irene, con mente tan abierta y con los pies bien puestos en la tierra en lo que concierne mantener el VERDADERO significado de la lucha feminista y en mantener el equilibrio de tal concepto.
    Gracias, y me encantó todo de este artículo!

    Saludos 🙂

    • Irene

      Muchas gracias Valeria :D.

      Un abrazo grande que va hacia Guatemala ;).

  4. Lulú H.

    Gracias por todo lo que hoy me han aportado, cada comentario escrito me ha generado esta reflexión.

    Vivo en una relación de pareja igualitaria, reconozco que he sido violentada en la calle con comentarios e incluso agresiones físicas, reconozco que mi manera de vestir en ocasiones ha implicado miradas y comentarios ofensivos. Miro, veo y siento la desigualdad en mi centro de trabajo donde a las ingeniero de acuerdo al INEGI perciben un salario inferior a la de los ingeniero, donde se realizan concursos de belleza de mujeres y no de hombres, donde las estudiantes viven rechiflos al caminar por los pasillos e incluso en eventos estudiantiles. Reconozco los sentimientos de culpa que surgen de discursos propios de una estructura patriarcal que he permitido se imponga en mi ser. HOY ME DECLARO FEMINISTA, SÍ A LA IGUALDAD, SÍ AL MOVIMIENTO, SÍ A LA LIBERTAD EN POR Y PARA LAS MUJEREestudiantes viven rechiflos al caminar por los pasillos e incluso en eventos estudiantiles. Reconozco los sentimientos de culpa que surgen de discursos propios de una estructura patriarcal que he permitido se imponga en mi ser. HOY ME DECLARO FEMINISTA, SÍ A LA IGUALDAD, SÍ AL MOVIMIENTO, SÍ A LA LIBERTAD EN POR Y PARA LAS MUJERES

    • Irene

      ¡Olé tú Lulú!

      Me alegra infinito tu comentario :). Ánimo y fuerza.

      Un besazo ;).

  5. LA DIVISIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA II: LA CUESTIÓN DE GÉNERO

    Como decía, hay sectores y colectivos dentro de la clase trabajadora, que vienen sufriendo especialmente la opresión y la falta de derechos. Un caso muy claro es el de la mujer, que podríamos decir que sufre por partida doble en un sistema capitalista, machista y patriarcal. A este respecto, recomiendo encarecidamente el visionado de la película “La sal de la tierra” (“Salt of the Earth”, [1954]).

    Un ejemplo contundente, se puede ver en Suiza, una “democracia” desde mediados del siglo XIX, en la que solo se adopta el sufragio femenino en 1971, más de un siglo después. Otro ejemplo sería las diferencias en la retribución salarial de hombres y mujeres con las mismas responsabilidades. Y hay muchos más.

    Otro caso es el de la persona inmigrante, con el sufrimiento adicional de verse obligada a abandonar su tierra y hacer frente al racismo y la xenofobia. En este caso, vemos por ejemplo, como el poder establecido desde el gobierno y los medios de comunicación, vinculan abiertamente inmigración y delincuencia, creando miedo, desconfianza y división entre la clase trabajadora.

    En el caso de la mujer, vemos algo parecido, cuando el estado (o el gobierno, o la administración), a la vez que mantiene las desigualdades (por ejemplo las salariales que mencionábamos; o las derivadas de ayudar a la iglesia católica, una organización que limita gravemente la participación de la mujer y su entrada en determinados órganos de la propia institución, etc.), lanza enormes campañas de denuncia de maltratos a mujeres, por parte de sus parejas (siendo éstas, hombres), que en definitiva sugieren que el hombre es el enemigo natural de la mujer, mientras que el estado juega el papel de defensor de la mujer, idea por lo demás, bastante alejada de la realidad. Para cualquiera que le interese este tema, considero imprescindible escuchar alguna de las charlas sobre feminismo y estado, de María del Prado Esteban, que se pueden encontrar en la red. Una recomendación: hay que ser críticos con la información siempre, no solo con lo que no estamos de acuerdo.

    Es una realidad que las mujeres inmigrantes, jóvenes y trabajadoras, son oprimidas en función de cada uno de estos aspectos. Pero también es cierto, que el aspecto más relevante, el hecho diferencial, es que pertenecen a la clase trabajadora. Las mujeres que pertenecen a la clase propietaria o que al menos forman parte del poder establecido (p.ej.: Angel Merkel, Christine Lagarde, Virginia Rometty, Janet Yellen; o Ana Patricia Botín, Soraya Sáenz de Santamaría, las hermanas Koplowitz, María Dolores de Cospedal, etc.), no solo no son oprimidas en su condición de mujeres, si no que trabajan activamente, para perpetuar un sistema basado en la desigualdad. Así mismo, si un inmigrante percibe varios millones de euros al año, porque resulta que es un deportista famoso, éste no será oprimido, y en parte (indirectamente), también contribuirá a que no cambie el estado actual de las cosas.

    De hecho, y siguiendo esta argumentación, me sorprende y me entristece, que en una entrada sobre feminismo, se tomen como referencia, unas declaraciones de Beyoncé y de Ellen Page, que difícilmente pueden representar a millones de mujeres trabajadoras, así como una campaña publicitaria de Pantene Pro-V, una empresa que se lucra vendiendo químicos y estereotipos de mujer, que no es la más indicada para analizar, ni resolver los problemas a los que han de hacer frente las mujeres trabajadoras.

    • Irene

      Hola Sebi.

      Me alegra que el post te haya motivado tanto como para querer abrir debate en los mensajes.

      Respecto al último punto, a mí lo que me entristece es que pienses que el mensaje de Ellen Page es menos importante por el hecho de no pertenecer a la «clase obrera». Te guste o no ella tiene mucha influencia social, de hecho mucha más que muchas teóricas feministas. Así que sí, celebro y me alegro que gente con repercusión mediática digan que son feministas, mostrando una cara real de lo que significa. Respecto a lo de Pantene, dejando de lado que sea una empresa, que el anuncio sea puro marketing (¿alguien lo ha dudado en algún momento? Doy por supuesto que la gente que ha llegado aquí con un interés real por el feminismo tiene una visión lo suficientemente crítica), lo he tomado por el mensaje. Creo que se entiende sobradamente mi intención al ponerlo y que no debo disculparme por ello.

    • jejeje, gracias por tu respuesta, Irene.
      Yo tampoco creo que debas disculparte por nada. ¡Ni mucho menos! 🙂
      Y por supuesto que entiendo que unas declaraciones de Ellen Page (por seguir con el ejemplo) tienen relevancia, lo que digo es que no creo que sean representativas de la lucha por la igualdad. Pero bueno, es solo una opinión.
      Gracias de nuevo y un saludo.

  6. LA DIVISIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA I: EL MITO DE LA “CLASE MEDIA”

    Un ejemplo paradigmático, es el de la famosa “clase media”. En determinados momentos históricos (en parte a través de la socialdemocracia y el estado de bienestar), en los países llamados “desarrollados”, se ha concedido a la clase trabajadora un cierto nivel de comodidad (sobre todo en relación a las condiciones miserables de la clase trabajadora de algunos de los países llamados “subdesarrollados”).

    A través de innumerables publicaciones académicas, discursos políticos y toda una serie de elementos, se ha creado el mito sobre la existencia de una supuesta tercera clase, la “clase media”, que además incluye a pequeños propietarios, negocios familiares, “jóvenes emprendedores”, y que según sus defensores, desbarata las tesis marxistas, por suponer un cambio sustantivo en la composición social de la sociedad capitalista.

    Esta estrategia se ha potenciado desde las empresas a nivel laboral, desde la histórica división entre “monos azules” y “camisas blancas” (creando división entre los trabajadores manuales de fábricas, talleres, etc. y los trabajadores de oficinas), hasta el grado actual de complejidad y jerarquización en las plantillas, en las que vemos que personas que hacen el mismo trabajo en el mismo centro, tienen diferentes contratos con diferentes condiciones (me refiero a las categorías, a las subcontratas, a los contratos de aprendizaje, etc.).

    Con la crisis global, el mito se viene abajo. Las grandes empresas se expanden, absorbiendo los pequeños negocios (primero su base de clientes y luego sus bienes: locales, terrenos, maquinaria, etc.). La supuesta “clase media”, acepta rebajas en las condiciones laborales, con tal de mantener un trabajo, ya que un porcentaje alto de la misma ha sido despedida y sus viviendas expropiadas por la banca. Por tanto, la llamada “clase media”, sigue encajando en la definición de clase trabajadora, en tanto y cuanto precisa de su fuerza de trabajo para sobrevivir (o como mínimo, para vivir dignamente). En definitiva, hablamos de un nuevo proceso de acumulación de capital, a través de la transferencia de riqueza desde la clase trabajadora, a la clase propietaria.

  7. EL SISTEMA CAPITALISTA Y LA SOCIEDAD DE CLASES

    Si hablamos de las sociedades occidentales contemporáneas, es importante entender, que hablamos de un contexto socio-económico específico, es decir, el sistema capitalista.

    Dentro del sistema capitalista y partiendo de las definiciones clásicas de Marx, encontramos una clase propietaria (acomodada y sin necesidad de trabajar) y una clase trabajadora (que necesita vender su fuerza de trabajo, a cambio de un salario para poder sobrevivir).

    En última instancia, el objetivo del sistema capitalista es perpetuar la desigualdad entre clases, asegurando la opresión de la clase trabajadora. Tanto históricamente, como en la actualidad, determinados sectores de la clase trabajadora, han sufrido esta opresión con especial intensidad, como es el caso de las mujeres, la juventud, la población migrante, las minorías étnicas, etc.

    De hecho, constituye una estrategia consciente, por parte del poder establecido (ya sea el gobierno de un país, el equipo directivo de una empresa o la línea editorial de un grupo de medios de información), el tratar de dividir a la clase trabajadora, creando miedos, envidias, desconfianza, odios, etc., según el caso.

  8. INTRODUCCIÓN

    Aporto a continuación un análisis diferente del expresado en la entrada y en los diversos comentarios. Lo hago en forma de afirmaciones más o menos categóricas, por tener un convencimiento personal de lo que digo, pero sobra decir que no es más que mi humilde opinión.

    Lo siento por la extensión del texto, ya que no se corresponde al formato “comentario”, pero para aportar una visión distinta, necesitaba introducir de alguna manera, una serie de cuestiones más amplias. Lo he dividido en 3 “apartados”, que publico a continuación en 3 comentarios distintos, para que sea más manejable. Espero sinceramente que sirva para enriquecer el debate. Gracias.

  9. Tuve esta discusión con una amiga hace tiempo y sigo pensando igual.

    Respetando que cada uno sea lo que quiera, sigo pensando que hacer diferencia entre las personas por razón de sexo es erróneo. Ya sea para crear desigualdades (que a día de hoy siguen existiendo) como para intentar derribarlas.

    Si luchamos juntos como Marea Blanca, Marea Verde, 15M, o bajo el paraguas que queramos sin distinción de sexo, por qué hemos de distinguirnos para luchar contra la desigualdad hacia la mujer?

    Yo soy un hombre, y denunciaré una desigualdad de igual forma que lo pueda hacer una mujer. Yo junto a ella y ella junto a mi. Por qué incidir en la diferencia en vez de contar a dos personas luchando por algo?

    El feminismo no es algo contra lo que luchar, es simplemente para olvidarlo. Para que un día no sea necesario.

    Distinto es el machismo. Y no como definición, sino como realidad patente en nuestra sociedad. Yo lucho contra él y no por ello soy feminista… ni de izquierdas, ni derechas, ni rojo, ni verde… Sólo soy yo. MRQ.

    • Irene

      O sea, ¿propones que olvidemos el feminismo porque así el machismo desaparecerá? ¿Dejamos la lucha antirracista porque así el racismo desaparecerá?¿O el problema está en que haya nombre, una lucha específica, para algo que va contra el machismo?

      Reconoces el machismo pero no su lucha, que es el feminismo. Ante esto la verdad es que no sé qué decir.

  10. Pues yo no soy feminista. No porque no entienda lo que significa, ni porque me parezca demasiado radical, ni mucho menos porque crea que la igualdad es una batalla ganada.

    No soy feminista porque no me parece lícita la distinción entre femenino y masculino en términos de igualdad. Liberación de la mujer no, liberación de la persona, independientemente de su sexo o cualquier otra característica. Feminismo no, humanismo. Es contradictorio pedir igualdad y a la vez separar, etiquetar y generalizar. Creo en la igualdad de la mujer, al igual que creo en la igualdad masculina, LGBT, étnica: creo que toda persona humana merece la igualdad.

    Lo siento, pero creo que el feminismo es un muro más que flanquear para llegar a una verdadera igualdad.

    • Irene

      «6. “Es que el término es controvertido”. Esta es una de mis preferidas, precisamente porque yo he estado aquí. No voy a entrar en si el término es el más correcto o no. Que está muy bien revisar los términos y que se discuta sobre los conceptos y demás. Pero sin perder la perspectiva. La cuestión es que estamos donde estamos, con los términos que tenemos y la palabra feminismo es el exponente de una lucha vigente. Además, la palabra feminismo remite a toda esa lucha histórica que han llevado a cabo grandes mujeres de las que las nuevas generaciones recogemos el testigo. Porque para mí, utilizar esta palabra es recoger ese testigo, volver a darnos la voz que todas esas mujeres nos han querido dar. Es seguir hacia delante. Es posicionarnos, ponernos en pie y hacernos valer».

      Y:

      «Veo un problema bastante grave a lo que propones de hablar sobre “igualdad” y “libertad”. Y es que invisibiliza los problemas, haciendo de todo un único problema: el problema de las desigualdades. Vale, bien, pero ¿de qué desigualdades estamos hablando? ¿Acaso es lo mismo hablar de los problemas que tienen los inmigrantes, de los problemas que tenemos las mujeres o de los problemas que tienen los pobres? Está claro que NO. Todo tiene historias, análisis y explicaciones diferentes, aunque en algunos caminos puedan cruzarse e interactuar. Está claro que cada tipo de desigualdad merece su propio espacio para el análisis y, también, para la lucha. Y ahí está el feminismo».

      Saludos.

    • Sería bonito hablar de personas, por supuesto. Pero, de momento, si hablamos de personas, obviamos la división jerárquica y dicotómica de la sociedad donde el principio masculino queda privilegiado y el femenino relagado al silencio, a la subordinación, a la dependencia. El día en que podamos hablar de personas será innecesario hablar de feminismo porque seremos iguales en derechos y obligaciones, sin ataduras ni esquemas de género ni determinismos biológicos. Soy feminista. Soy radical, por supuesto. No puedo entender la vida de otra manera que ir a la raíz de los problemas y solucionarlos en ese punto. No soy amiga de los remiendos.

    • Irene

      Es bru-tal! De esas que cuanto más escuchas más te gustan :p.

      :***

  11. la palabra Feminismo en si, significa el dar soporte a la feminidad como ideologia superior a las otras, como el vegetarianismo, el nazismo, catalanismo, (son las que se me ocurren ahora, soy vegetariano y catalan, asi que no lo digo despectivamente)

    para mi, es una forma de sexismo más. en lugar de entender que luchamos contra una cultura del pasado (si os dais cuenta, a menudo nuestras abuelas son las más «machistas» de todas). de la forma en que habla este articulo, parece una confrontacion de mujeres que reclaman sus derechos a los hombres, cuando la mayoria de hombres estariamos a favor de que las mujeres ( a menudo nuestras esposas, novias o hermanas) cobren lo mismo que los hombres, somos los primeros interesados.

    esta infinita lucha del feminismo contra la dominacion masculina, que generaliza, sin duda, sectariza y genera conflicto, y aleja a la mayoria de hombres de una lucha que deberia ser de todos, la de la igualdad.

    imaginense a los «negros» o los «moros» luchando solos contra el racismo.

    • Irene

      Me parece MUY fuerte que compares el feminismo con el nazismo. En serio. ¿Has visto el segundo meme del artículo? Pues eso.

      ¿El feminismo es sexista? Hazle caso al meme del gato.

      Si más gente se molestara en conocer qué es, otro gallo cantaría…

    • A ver si en términos más sencillos se entiende:

      -Machismo: Sistema OPRESOR del hombre sobre la mujer

      -Feminismo: Movimiento LIBERADOR de la mujer

      Hay que ver lo que hay que leer…

    • Irene

      ¡Mejor resumido imposible! Gracias Fany ;).

  12. Hola a tod@s!
    Los debates sobre Feminismo siempre acaban igual..separando a los dos sexos,Porqué és tan dificil entender que la Naturaleza nos dió los dos sexos porque se complementan,,necesitan y solamente juntos pueden sobrevivir.Yo,como mujer moderna,con 3 nin~os.habiendo vivido en varios Países,conociendo diferentes Culturas me he dado cuenta de que un gran Problema es el querer «luchar» por nuestros «derechos»..igual que lo hacen los Hombres,perdiendo así todas las «armas» que por Naturaleza..tenemos todas las Mujeres.Ser Feminista tendría que significar,amar su Femenidad,sacar los provechos de ello e intentar una Symbiosis entre hombre y mujeres que cualquiera de nosotras puede vivir y disfrutar.Espero que llegue el día en el que las Mujeres de verdad sean «Feministas» de verdad,queriendose a si mismas ,utilizando nuestra Inteligencia e Instintos para así llegar a la Meta que todas deseamos…pero nó «peleando» como lo hacen nuestros compan~eros.Actandeo asì entramos en un juego en los que «ellos» tienen las de ganar..Nosotras podemos hacerlo de otra manera….seamos Feministas de Verdad!

    • Irene

      Hola Laura. El feminismo no separa sexos, busca liberar a la mujer. No creo en absoluto en la «complementareidad» de los sexos. No creo que el hombre complete a la mujer ni viceversa. Me parece MUY peligroso afirmar tal cosa, porque, al final, lo que viene a decir es que la mujer necesita al hombre y el hombre a la mujer. Generando, de paso, un interrogante muy grande con qué pasa con la gente homosexual.

      Por otro lado te pregunto, ¿qué es la feminidad? Y ¿quién la define? ¿Es realmente el «pacifismo» cosa de mujeres? Para mí todo esto tiene la clave en que son construcciones sociales, y más nos vale dejar de naturalizarlas y retomar todas aquellas propiedades consideradas «masculinas» que nos sirven para desarrollarnos en plenitud. Por lo que deduzco de tu comentario la «lucha» no sería una cosa de mujeres. Esto, lleva muuuy fácilmente a la sumisión. PELIGRO.

      Las feministas de verdad son las que se cuestionan el estatus quo de los géneros, los repiensan, son capaces de ver las desigualdades, y luchan por cambiar las cosas.

  13. Inicialmente se creó la página de facebook «feministas ácidas». Ahora ha desaparecido y ha aparecido «machistas ácidos».Me parece muy ilustrativo del poder reforzador del machismo al que me refería.

    • Irene

      Primero: feministas ácidas no «ha desaparecido», facebook ha eliminado el grupo. Segundo: que haya gente que vea el feminismo como un paralelismo al machismo, tiene un problema. Y sí, claro, siempre que hay un grupo que lucha en contra de algo, aparecen grupos que refuerzan las ideas opresoras a partir de las cuales ha nacido la lucha en contra de éstas. ¿Por eso deberíamos dejar las luchas contra cosas tan concretas, en pro de una libertad/igualdad inespecífica y sin atacar directamente a lo que nos duele? No y no. ¿Que se rebotarán a los que ya les guste el estado actual de las cosas? Sí. ¿Por eso debemos parar? No. Eso son más motivos para luchar, a la vez que son un símbolo de la necesidad de las luchas existentes; en este caso concreto, la existencia y los rebrotes de machismo suman motivos a la existencia del feminismo.

      Ya que me has puesto este ejemplo, aprovecho para lanzar algo que me ronda por la cabeza: el hecho de que haya desaparecido la gran página de feministas ácidas (sabiendo que el feminismo es igualitario), y que siga existiendo machistas ácidos (y me consta que ya ha sido denunciado varias veces), sabiendo que el machismo es algo opresor, ¿no es una señal de que algo falla? ¿No es, acaso, otra señal del machismo imperante?

  14. Yo temo al feminismo, en cuanto a su poder polarizador. Pienso que puede reforzar el machismo (justo cuando históricamene empezaba a decaer). No existiría feminismo si no existiese machismo: sin embargo, el machismo existe sin el feminismo, esto es, el uno nació «en contra» del otro. Son dos términos interdependientes que retroalimentan un CONFLICTO sin contribuír a solucionarlo. Los males del machismo son bien conocidos. En cambio, el problema del feminismo es que, como toda ideología, tiene distintas visiones. Englobadas en ese término existen diversas facciones y subgrupos (que, en muchos aspectos, opinan de forma opuesta). Éste es el problema de toda ideología. Al comunismo le pasa lo mismo, está basado en un ideal igualitario, pero en la praxis, las distintas tendencias (por ejemplo el estalinismo) se alejan del ideal. Pues bien, el mismo ideal igualitario,es lo que mueve al feminismo (aunque algunos subgrupos se alejan de dicho ideal). Esto no ocurriría si simplemente hablásemos de IGUALDAD y de LIBERTAD (sin géneros). Quizá así llegásemos a la FRATERNIDAD (esta tríada no ha perdido vigencia). En esto estaríamos todos (o casi todos) y todas (o casi todas) de acuerdo. Pondré un ejemplo concreto: la llamada ley de cuotas. Muchas feministas la verán positiva (porque favorece a la mujer), y otras muchas la verán negativa (porque se sustenta sobre la condescendencia machista, y además, va en contra de la IGUALDAD de posibilidades). Yo estoy en contra, pues me parece INJUSTA por no-igualitaria. Lo lógico es que los cargos públicos se ganen por méritos (de este modo, según los méritos de los candidatos y candidatas, podrán salir todo ministras, todo ministros, o cualquier otra convinación posible). El concepto de IGUALDAD no despierta los conflictos que despierta el de feminismo. Algo falla si la JUSTICIA para con las mujeres se defiende mediante un término que ya crea división (y no es una cuestión semántica, es que hay diversas tendencias dentro de él que a menudo chocan radicalmente).

    • Irene

      ¡Hola Anxo!

      Te equivocas si consideras que el problema está en el feminismo. Vamos, por lo que deduzco de lo que dices, tú consideras que el problema es que exista un término, o un grupo, que ataque directamente a algo que atenta claramente contra la libertad de un sector de la población. Esa «interdependencia» también la veo claramente en los términos racismo y antirracismo. el segundo no existe sin el primero. ¿Es por la existencia del segundo que el primero se alimenta? Pues según lo veo yo el antirracismo es muy necesario.

      Veo un problema bastante grave a lo que propones de hablar sobre «igualdad» y «libertad». Y es que invisibiliza los problemas, haciendo de todo un único problema: el problema de las desigualdades. Vale, bien, pero ¿de qué desigualdades estamos hablando? ¿Acaso es lo mismo hablar de los problemas que tienen los inmigrantes, de los problemas que tenemos las mujeres o de los problemas que tienen los pobres? Está claro que NO. Todo tiene historias, análisis y explicaciones diferentes, aunque en algunos caminos puedan cruzarse e interactuar. Está claro que cada tipo de desigualdad merece su propio espacio para el análisis y, también, para la lucha. Y ahí está el feminismo.

      Vamos, no creo que el objetivo del feminismo sea entrar, simplemente, en conflicto con el machismo, sino romper con él. Pero es que para romper algo, obviamente tiene que entrar primero en conflicto.

      Criticas al feminismo porque hay diversas tendencias dentro de él, algunas encontradas. ¿Dónde está el problema? Ahí radica su riqueza y su grandeza, en las diversas opiniones. Mal estaríamos si todas pensáramos uniformemente. Tener opiniones diferentes, punto de vista opuestos, para mí no está reñido con el objetivo final que es conseguir liberar a la mujer.

      Saludos.

  15. Encuentro muy apropiado ahorrar a tus lectores comentarios insultantes, incluso si son míos.
    En cuanto a los insultantes a la inteligencia, parece claro que es más difícil establecer el límite, pero por suerte esto es privado y no el parlamento, y difícil o no trazas la raya donde consideras.
    Hay unos cuantos, comentarios, aquí, que no merecen estar, porque no les falta altavoz, les sobra. Sin embargo se convierten en didácticos exclusivamente por lo que les contestas.
    Feminismo, quien lo busque no ya en wikipedia sino donde sea, tanto en cuanto a definición, como en historia, no lo puede discutir haciendo una deducción etimológica del paralelismo con la palabra machismo. Yo no puedo ver por 1a vez la palabra vegetarianismo, y sin informarme suponer, y encima discutir, que designa un credo partidario de la supremacía racial y política de las plantas. Podríamos suponer paralelamente sobre el tabaquismo.
    Bastante tiempo se pierde ya hablando con gente que lo merece, como para perder más con quien se lanza a que le escuchen, sin buscar feminismo en wikipedia, ni en la Espasa, ni en la Enciclopedia Británica, ni en Larousse… ¿quizá en La Razón? Mira, otro nombre cuyo significado no se parece a lo que cabría suponer sin conocer el… libelo.
    Salud y suerte.
    Ah, y, el macho que tenga una neurona (no sólo para estudiar, ojo) comprenderá que el machismo no nos favorece… como se suele decir… «un pimiento». Entre otras cosas porque las mujeres que molan (como también los hombres y otros seres, son las libres.
    Ya discutir el sesgo machista de los Nobel, teniendo en cuenta que lo contrario no se puede demostrar sin igualdad de oportunidades educativas, económicas, etc… y aquí deberían venir los insultos, pero caigo en la trampa de dedicarle nuestro valioso tiempo.
    He dicho. Ya entiendo por qué escriben, sin leer, qué a gusto queda uno.

    • Irene

      Hola Jorge :). Gracias por comentar.

      Bien cierto es que a vosotros no os favorece nada el machismo, y que es algo que también tendríais que buscar eliminar. Por desgracia, ya no es que no todos los hombres lo consideren así, sino que algunos ni se molestan en verlo, en ver el sesgo entre géneros; o si se molestan en algo es en criticar al feminismo sin molestarse en saber qué es. Cuando, al final, también os favorece. Pero a muchos no les gusta cuestionarse sus privilegios y ya les va bien todo como está…

      ¡Besos!

  16. Mi comentario fue eliminado? Entonces ahí está la prueba. El término Feminismo es simplemente un punto de conflicto, nada más. Por lo menos lee este artículo: en.wikipedia.org (/) wiki (/) Feminism_and_equality. Abre tu mente y te darás cuenta de que los tiempos están cambiando de lo radical a la igualdad.

    • Irene

      No, tu comentario no fue eliminado… No sé por qué debería borrarlo, ni de qué prueba estás hablando. Yo te insto a que te leas la entrada en la wikipedia sobre feminismo.
      Y no me vas a convencer de ninguna manera de que «estamos en tiempo de igualdad» o que la igualdad se está consiguiendo. Que legalmente hayan cambiado cosas y que ya no esté bien visto «pegar a la parienta» (aunque se sigue haciendo escudándose en la frontera de la privacidad, cuando en realidad sigue siendo la prueba más cruda del machismo imperante) no quiere decir que en el día a día no haya discriminaciones. Yo las vivo cada día. Somos nosotras las que tenemos que sentir en nuestras carnes cómo nuestros cuerpos son objeto de valoración por cualquier persona, cómo se nos trata sistemáticamente con paternalismo, cómo en los medios de comunicación se nos usa como cebo para anunciar productos en un porcentaje espeluznante; somos nosotras las que tenemos que seguir cargando con las tareas de limpieza, con las reuniones escolares, eligiendo el menú de la semana. Y además, somos nosotras las que luchamos con ahínco por la igualdad, mientras que muchos hombres, en su trono de privilegios, consideran que «no hay para tanto, que la igualdad está conseguida», dejando a nuestras espaldas y bajo nuestra responsabilidad algo que es responsabilidad de todas y todOs.

  17. Respeto mucho tu opinión aunque no comparto. Por supuesto que creo en la igualdad de oportunidades para todas y todos, pero tanto feminismo como machismo son términos que implican bandos, y que para mí, sólo llevan a la polémica. Creo que es por eso que durante estos últimos tiempos la gente ha cambiado su interpretación.

    Los datos laborales que mencionas son datos que no están bien analizadas bajo la perspectiva estadística. Tienen una matiz similar a la cantidad de mujeres ganadoras de premios Nobel, considerado por mucho tiempo como discriminación.

    Aunque parezca quisquilloso, una recomendación. Los «memes» que veo no están usados en el contexto correcto y esto choca a los que ya tienen un poco de «cabeza de Internet», te recomiendo knowyourmeme.com para ver el uso del gato blanco (Chemistry Cat).

    Saludos.

    • Irene

      No me queda más que insistir que hagas caso al meme del gato. Que por cierto, es puro sentido del humor, no sé por qué usarlo tiene que regirse a determinadas normas…

      Sobre lo de los sueldos, he visto muchas, muchas estadísticas, ahora te dejo esta que es la primera que he encontrado: http://en.wikipedia.org/wiki/File:US_gender_pay_gap,_by_sex,_race-ethnicity.001.png

      El feminismo no implica bandos, el feminismo implica igualdad.

      ¡Saludos!

  18. Rosa Camargo

    Genial artículo, más de una nos sentimos identificadas con ciertos puntos.
    Sobretodo con la imagen del gato jajajajaja!

    • Irene

      jajajaja ¿verdad? El meme del gato es uno mis favoritos de todos los tiempos!

  19. Mari Luz

    Soy feminista por sentido comun.Como dice Adrian, considero mal escogido el nombre, pienso q da pie a pensar q favorece al genero femenino.Pero tambien el sentido comun nos debe llevar a informarnos antes de opinar, es tan sencillo como buscar el significado de la palabra.Dar por hecho otro significado tambien es una excusa para mantener los intereses del patriarcado menospreciando la igualdad.

    • Irene

      Estoy muy de acuerdo con la segunda parte de tu comentario. A mi entender el problema no está en la palabra, sino en quien no se molesta en comprender. Además, fíjate, todo lo que contenga atisbos de hablar sobre mujeres causa rechazo… Me parece increíble que para algo que hay que defiende a las mujeres y lo muestra en su nombre, levante tantas ampollas.

      Besos :).

  20. Vaya, parece que mi anterior comentario ha desaparecido… Parece que las feministas no admiten comentarios contrarios a sus dogmas. No me extraña que las llamen feminazis…

    • Irene

      Te lo he borrado porque no aceptamos comentarios con insultos. Ya te puedes dar con un canto en los dientes porque éste te lo deje. Feminazi me produce ataques de risa, así que gracias, querido ;).

  21. Soy tío y soy feminista. Dicho esto, creo que es un término mal escogido… Porque da lugar a pensar que defiende un trato favorable al género femenino, no la igualdad. Ya se que esa NO es su definición, pero de entrada parece que diga eso, y eso es, para mi, un error.
    Esto es parecido a vender un producto, nos guste o no. Y el nombre vende, o repele. …mucho más en una sociedad que ya tiene mil reparos contra ese producto…

    • Irene

      Hola Adrian :). Yo, repito, no creo que el término sea el problema, sino el hecho de que la gente no se moleste en comprender. Ya no sólo que no se moleste en comprender qué significa el término feminismo, sino que no se moleste en comprender la desigualdad que hay entre géneros. Porque para mí, es de ahí de donde surge el error, de no tener en cuenta esta perspectiva. Es como «¿feminismo? ¿Y ahora qué quieren éstas, estar por encima de nosotros?». Si se comprendiera, realmente, la discriminación que hay, nadie se llevaría las manos a la cabeza al escuchar la palabra de la discordia. Es más, quiero pensar que se celebraría que un grupo discriminado se alzara para decir que ya no aguantan más. Porque, ¿realmente pensamos que si el término fuera otro se dejarían de hacer chistes, se comenzaría a ver como algo bueno? Yo creo que no.

      Por qué repele creo que se debe a otras causas, no al término en sí. Porque si el término es malinterpretado es por el hecho de llevar en su nombre algo que remite inmediatamente a las mujeres, y esto, a priori, no tiene por qué ser nada negativo.

  22. Gracias por el post Irene, es muy interesante.

    Hemos pasado de oír a todas las mujeres que eran feministas sin saber realmente en qué consistía pero estaba «de moda», al extremo contrario, ahora no son feministas, pero siguen sin conocer en qué consiste el feminismo. Creo que este rechazo viene dado por la visión de una imagen de la mujer feminista que promulga la misandria, manifestándose como azote de los hombres en yuxtaposición con la represión sufrida por sus antecesoras.

    El verdadero feminismo promulga la igualdad entre los dos sexos, e ir al extremismo no favorece en absoluto la igualdad.

    Un abrazo 🙂

    • Irene

      Hola Anaís, gracias por pasarte y comentar :).

      Mi opinión es que no se puede ser feminista sin ser radical. Y con radical me refiero a lo que significa: ir a la raíz. Y la raíz del feminismo es la igualdad. No veo cómo puede ser una cosa mala algo que busca fuertemente -y que tiene en su base- la igualdad.

      El feminismo no habla de matar a todos los que tienen pene, porque a mi entender, eso no es feminismo.

      Otro abrazo a ti :D.

  23. Karen Molina

    Hola chicas, estaba viendo su blog y me llamó mucho la ateción, en especial este artículo…yo tengo un blog llamado Femagazine.Nosotros y nosotras tenemos poco tiempo apenas 3 meses haciendo periodismo con perspectiva de género.

    El motivo de este comentario es para tener con ustedes contacto y puedan apoyarnos…creo que las alianzas son fuertes eslabones que nos llevan a hacer mayores y mejores cosas. Esperamos poder saber más de ustedes y que nos puedan leer tambien

    http://www.krnmolimay.wordprees.com

    Facebook: femagazineblog

    [email protected]

    • Irene

      ¡Hola Karen!

      Gracias por tu comentario. Me he pasado por el blog, muy interesante :). Por cierto, pego aquí el enlace bien para que los que lean esto lo puedan visitar, ya que el que tú pusiste tiene una letra mal 😉 http://krnmolimay.wordpress.com/. Qué genial que existan proyectos así.

      ¡Os tenemos en cuenta! Ahora mismo os busco por facebook.

      Claro que sí, generemos alianzas ;).

      Un besazo.

  24. Evidentemente algo falla, o más bien hay algo que siempre ha estado empujando en una dirección, y cuando el feminismo empujó en la contraria, esa fuerza siguió existiendo, cosas de la colonización de las mentes. El feminismo de la diferencia tampoco ayudo, de hecho lo peor de esta corriente es adoptar el termino feminismo. Otra cosa terrible es hacer del feminismo una ideología de mujeres. El feminismo es cosa de seres humanos, y no una exclusividad de las mujeres. Dejo un enlace a una conversación que cierto día tuve:

    http://replicazero.blogspot.com.es/2013/11/una-conversacion-sobre-feminismo.html

    • Irene

      Estoy de acuerdo, Eric, en que el feminismo es cosa de todos. Eso sí, no es igual para todos. Quiero decir, la lucha por la igualdad entre géneros no se puede dar igual en el caso de las mujeres, que en el caso de los hombres. Los trabajos son distintos. En caso del segundo se me ocurre, entre otras cosas, el cuestionamiento de los privilegios de ser hombre en una sociedad patriarcal. Si todos los hombres se lo cuestionaran y actuaran en consecuencia, otro gallo cantaría. Sin embargo el trabajo de las mujeres va por otra vía; así, rápidamente (ahora te hablo de lo que me viene en mente, pero todo es mucho más complicado y requiere un análisis que sobrepasa, con mucho, la extensión de un comentario medianamente legible :p) se me ocurre el empoderamiento, y el tomar los privilegios que nos han querido quitar.

      Besos.

    • Bueno, en realidad eso es a lo que me refería con mi comentario, más a que la defensa de la equidad es algo que deben promover hombre y mujer. Lo vemos todos los días la voluntad de la gente suele moverse para actuar sobre algo que directamente le afecta, por eso el feminismo debe ser defendido y entendido por ambos sexos, aunque muchos hombres no sientan su necesidad por no afectarles directamente (lo cual es muy discutible). Solo quiero decir que el feminismo socialmente se identifica con la mujer, la defensa de la mujer y que en definitiva es cosa de mujeres, puede tener conflictos con el concepto de alteridad en el sentido de que para erradicar el sexismo debe desaparecer esta realidad. Recuerdo una conversación en la que debatíamos sobre la prostitución, yo estaba en contra por considerarlo un modo de esclavitud, y otra chica estaba a favor por considerarlo libertad y libre albedrío, en resumen; el caso es que no tardó mucho en soltarme la frase de: «ya, vas a ser tú más feminista que yo.» Y eso resume muy bien otra concepción sociológica del feminismo: de mujeres, para mujeres, y ya. Con lo simple que es la idea: en los 50 Beauvoir ya lo dijo bastante claro.

      Saludos!

    • Irene

      Uf, eso de «más feminista que yo», es, como le llama Alicia Murillo, el feministómetro. ¡Es terrible!

      Y claro que el feminismo también es cosa vuestra, aunque como ya dije, de distinta manera.

      Gracias por comentar de nuevo :).

      ¡Besos!

  25. Es interesante recordar que no estamos en contra de los hombres, estamos a favor de nosotras. No es sencillo ser mujer, la sociedad nos exige un comportamiento decoroso.
    Un abrazo a todas las mujeres del mundo!

    • Irene

      ¡Muy buena la frase!

      Gracias por comentar.

      Recibe un abrazo también tú :).

  26. Siempre me he considerado feminista y creia que bastaba ser mujer para serlo… hasta que me fui a vivir a Barcelona y descubrí que la mayoría no queria estar etiquetada bajo esta palabra «terrible»… me gusta la manera en que explicas las razones, me ayuda a comprender. Un saludo!

    • Irene

      A mí también me sorprende cuando alguna mujer de mi alrededor pone cara de espanto cuando se dice «la palabra». El resultado de darle vueltas es este artículo. ¡Me alegra que te sirva!

      :***

  27. Genial artículo con el que me siento muy identificada por muchos motivos.

    • Irene

      Muchas gracias Rutxi :).

      Besote!

  28. Wow, me encantó el artículo!! Yo también me lo pensaba antes de decir que soy feminista pero ahora ya no me lo callaré más, en especial ahora que vivo en Venezuela y me he quedado loca al ver muchos casos de machismo que se ven como normales, qué rabia, no me quedaré callada!

    • Irene

      Claro que sí, ¡alcemos la voz! Que nos oigan alto y claro.

      Abrazo grande, Irina ;).

  29. Excelente artículo, Irene.
    Te sales! Enhorabuena!!!

    • Irene

      ¡Gracias, preciosa! 🙂

      :****

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