El futuro es tuyo

¿Qué quieres para tu futuro? Ludmila y Lucas dieron el paso para vivir haciendo lo que más deseaban. ¿Te atreves?


El futuro es tuyo


De chicos jugábamos a imaginarnos qué queríamos ser cuando seamos grandes. Estaba estipulado, las niñas debíamos decir maestras o modelos. Los niños tampoco tenían muchas opciones: jugador de fútbol o doctor. Los más osados decíamos astronauta. Era un juego al que todos jugábamos.

Pablo Picasso dice algo así como que todos los niños nacen siendo artistas. Es cierto. No solo artistas, sino soñadores. Sueñan con su futuro, se inventan profesiones y tejen historias es sus cabezas. El problema es seguir siéndolo cuando uno crece. Y eso es culpa nuestra, de nosotros mismos, de nuestros miedos. Incluso de la educación que recibimos e impartimos. Esto se hace evidente cuando nos preguntan qué queremos ser cuando hemos dejado de ser niños. Antes de  entrar en la universidad, por ejemplo. Ahora las respuestas deben ser más realistas: abogada, dentista, cirujano o publicista.

 

Algunos se siguen animando
 

A nosotros también nos pasó. Caímos en la misma trampa. Creímos que nuestro futuro solo se asegura cuando uno tiene una carrera universitaria que nos deja buenos ingresos. Lo suficiente como para un casa propia y unos pocos días de vacaciones al año. Días que se cuentan con los dedos de las manos y que justifican el esfuerzo de todo un año de trabajo y estrés.

Lo que nos gusta nunca coincide con lo que nos permite vivir (o mejor dicho sobrevivir). Lo que nos gusta y apasiona pasa a ser nuestro hobby y nuestro remanso. ¿Es eso realmente lo que queremos para nuestro futuro? Ahogar todos nuestros sueños por un poco de estabilidad económica, familiar y social. Porque es “un poco”, a esta altura ya sabemos que ni siquiera haciendo todo lo que se supone que es correcto tenemos nuestro futuro asegurado.

Viajando y escribiendo conocimos mucha gente que podrían ser viajeros potenciales, músicos independientes, artistas e incluso astronautas, pero que no se animan. Reniegan de sus vidas pero no se animan a dar ese salto que supone atravesar un camino lleno de incertidumbre y miedos a vencer. Entierran sus sueños por la inseguridad del qué será. Sí, es lógico. Nadie nos enseña a ser nosotros mismos, nadie nos prepara para cumplir nuestros sueños y nadie nos da ese empujón que necesitamos para ponernos en busca de nuestra felicidad. Ojalá alguien nos hubiera dicho de pequeños: “Sí, vos podes ser viajero y escritor”.

Tenemos que tener en claro que si no estamos dispuestos a equivocarnos, nunca saldrá nada creativo. Miedo a equivocarnos. Pero, ¿acaso no es mejor arriesgarnos sabiendo que nos equivocaremos a la eterna duda sobre lo que podría haber sido?

 

¿Qué soñarán ser estos monjes?
 

¿No les llama la atención la cantidad de videos, imágenes y fotografías motivadoras que circulan en internet? Todos alternamos las horas de trabajo con algún paisaje soñado en alguna playa exótica, leemos biografías de quienes se animaron a cumplir su sueño y soñamos despiertos con una vida a nuestra manera. Pero cerramos la ventana y volvemos a escribir números y palabras que para nosotros no tienen ningún sentido.

Así somos. Cobardes. Pensamos que el futuro va a ser mejor, que el esfuerzo y tolerancia del hoy se justificará en la seguridad del mañana. ¿Y qué tal si el mañana nunca llega? Sí, desperdiciamos toda nuestra vida en un presente gris y aburrido.

No sigamos esperando “un” futuro. No confiemos en el porvenir. Animémonos. El futuro es aquí y ahora. Alentemos a los niños y niñas a ser astronautas, bailarinas y pintores. Alentémonos a nosotros mismos a ser eso, “nosotros mismos”. Animémonos.

 

Y uno aprende que la felicidad se encuentra en las cosas sencillas
 

Nadie dice que sea fácil. Pero vivir de la rutina tampoco es fácil, solo un poco más seguro. Comienza un nuevo año, no lo desaprovechemos.

Y por si falta otro empujón, les compartimos este video. ¿Saben qué? Fue viral en youtube.

 

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Ludmila y Lucas

 

2 Comentarios

  1. wladimir

    Buen articulo , al final hay que hacer todo lo que te haga feliz somos muchas cosas e intereses 🙂

  2. Muy buen artículo! Yo también viví mucho tiempo creyendo que la única manera era tener uno de esos trabajos convencionales que te diera algo de estabilidad (que como bien escribes, hoy ni está garantizada) aunque no fuera lo que más te gustara… y bueno, es algo que cultural y socialmente está muy implantado en nuestra sociedad pero no por eso vamos a dejarnos llevar… Mejor guiemos a los demás con el ejemplo 🙂

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