Yo quiero ser salvaje

Desde nuestra más tierna infancia, se nos enseñan las claves para vivir en sociedad y ser personas civilizadas.


Ilustración: Amanda


Hay un montón de normas no escritas que debemos cumplir si no queremos entrar en la categoría de las personas raras, locas o antisociales. Pero yo he decidido que quiero ser salvaje, todo lo salvaje que pueda.

Si acudimos al diccionario de María Moliner,  salvaje se aplica a las personas que se portan sin consideración para las demás, y a sus actos. En otra acepción, dice que con sentido no necesariamente despectivo o reprobatorio se aplica a una persona que tiene o hace ostentación de mucha fuerza o vitalidad; y, por supuesto, mi favorita, de carácter independiente o rebelde. Obviamente, no me siento identificada con la primera acepción que he comentado, me gusta ser considerada con los demás y detesto profundamente la falta de educación. Pero las otras dos sí que se corresponden con mi forma de ser, por eso, desde aquí reivindico el uso de la palabra salvaje.

Quiero ser una mujer fuerte, capaz de seguir siempre adelante a pesar de los fracasos y las tristezas de la vida que nos rodea. Quiero que mi vitalidad me haga feliz e inunde de felicidad al resto de la gente. Ansío ser independiente, poder hacer las cosas por mí misma y no tener que dar cuentas a nadie. Y, desde luego, ser rebelde, levantarme siempre contra las injusticias y no callar; luchar por aquellas cosas en las que creo.

El término salvaje me remite a los pueblos indígenas, de los que deberíamos aprender tantas cosas, y es que, acudiendo de nuevo al diccionario, podemos ver que se aplica a los pueblos que no se han incorporado a la marcha general de la civilización y permanecen en estado primitivo. Me gustaría muchísimo ser capaz de desprenderme de muchas de mis posesiones materiales y llevar una vida sencilla como la de muchos de estos pueblos. Si nos paramos a pensarlo, ¿cuál es en realidad la civilización salvaje? ¿La suya, o quizá la nuestra? Considero que nosotros somos los salvajes, sobre todo, en ese sentido peyorativo que nos da otro diccionario, el de la RAE, donde dice que salvaje significa sumamente necio, terco, zafio o rudo.

No sabemos valorar cosas tan sencillas e importantes como la naturaleza que nos rodea. Hemos olvidado que tenemos muchos recursos a nuestro alcance que podemos utilizar, y nuestro estilo de vida no es sostenible. Comemos fruta y verdura de plástico y maltratamos a animales constantemente. Decidme, ¿no es esto una salvajada? ¿No lo es también tener posesiones a costa de que otras muchas personas no tengan nada? Pues sí, muchas veces nos comportamos como una sociedad de verdaderos necios, de ignorantes a los que no nos importa la realidad que nos rodea, de insolidarios, que solo nos preocupamos por lo material y la apariencia.

Además, quiero ser salvaje en otro sentido diferente. En la sexta acepción del diccionario de la RAE encontramos que salvaje también es dicho de una actitud o de una situación: Que no está controlada o dominada. A veces desearía no tener que controlar todo lo que hago. Poder mandar a paseo a alguien que me caiga mal sin tener que medir constantemente mis palabras y actos, atreverme a dar rienda suelta a mis emociones, no tener miedo a decir te quiero. Dejar a un lado mi timidez y soltar esa carcajada ahogada, ese llanto contenido o ese beso que tanto deseo.

Si ser salvaje es renunciar a ser ignorante, sumisa, miedica e insolidaria, lo digo alto, claro y con orgullo: Soy salvaje hasta la médula. 

 Eloísa

19 Comentarios

  1. Clarissa Pinkola Estés:

    «..Éste es un libro de cuentos de mujeres que se ofrecen como señales a lo largo del camino.
    Puedes leerlos y meditarlos a fin de que te guíen hacia la libertad adquirida por medios naturales, hacia el interés por ti misma, los animales, la tierra, los niños, las hermanas, los amantes y los hombres.

    Quiero decirte de entrada que las puertas que conducen al mundo del Yo salvaje son pocas pero valiosas.

    Si tienes una profunda herida, eso es una puerta; si tienes un cuento muy antiguo, eso es una puerta. Si amas el cielo y el agua hasta el extremo de casi no poder resistirlo, eso es una puerta.
    Si ansías una vida más profunda, colmada y sensata, eso es una puerta….»

    Fragmento de la Introducción
    «Mujeres que corren con los lobos»

    http://alwari.wordpress.com/mujeres-que-corren-con-los-lobos-clarissa-pinkola-estes/

  2. Katherine

    me encanta que profundidad de palabras y que buen sentido critico, felicidades de verdad que este ensayo logro cautivarme

  3. Me encanta el escrito.Creci en una cultura, donde todo era ley y orden. Ls mujer sumisa y el hombre, el rey de la selva. Hoy a punto de.retiro y cincuentitantos, soy.salvaje en el buen sentido de la palabra. Grito, me rio en voz alta, y hago lo que me viene en gana y al que no le guste….. Grrrrr……

  4. lucy luna

    Me gusta sobre todo en el sentido personal.

    • ..nunca me sentí tan identificada con un sentir…solo quiero ser quien soy sin permitir que todo lo que suceda a mi alrededor robe la libertad de mi interior….hermoso movimiento para la mujer!

  5. El arquetipo de la mujer salvaje lo explora de manera muy hermosa,con mucho amor y sabiduría,en toda su complejidad y sencillez al mismo tiempo,con ese corazón de tierra y cosmos de los pueblos originarios y la intelectualidad elaborada del pensamiento occidental la psicóloga jungiana,terapeuta,cantadora y cuentera Clarissa Pinkola Estés,en su libro «Mujeres que corren con los lobos» lo recomiendo encarecidamente. Uno de mis libros de cabecera que regalo y esparzo cada que puedo con mis comadres y compañeras de lucha.

  6. Qué interesante punto de vista. Sin embargo no puedo dejar de pensar en que existe de trasfondo un discurso bastante colonialista y de hecho me tomo el trabajo de llamar la atención algunas ideas de tu texto porque me parece sumamente grave que desde un pensamiento evolucionista social se caracterice a los pueblos originarios con palabras como «salvaje» «no civilizado» y «primitivo».
    Soy latinoamericana y no voy a decir mi país (que tienen límites con los que la mal llamada «civilización» obligó a separar el territorio) sino la región geográfica de donde provengo: Los Andes Centro Sur
    El grupo étnico que habitaba aquí se llamaba Colla o Coya y fueron absorbidos y dominados por los Incas alrededor del 1400 hasta la llegada genocida de los dominadores españoles. Y de «salvajes» y «primitivos» estas personas no tuvieron absolutamente nada.
    El texto me parece enriquecedor desde la propuesta de separarnos de la cultura para tener más contacto con la naturaleza (naturaleza que nos enseña que hombres y mujeres somos paridos igualmente, y que iguales son nuestros derechos) pero usar como ejemplo a personas que llevaron un contacto con la naturaleza tan respetable y catalogarlos de «salvajes» hasta lo siento como una GRAN OFENSA hacia mi identidad y hacia los grupos que construyeron saberes que continúan existiendo hasta nuestros días.
    Sería muy bueno que empecemos (todxs juntxs) a construir saberes no sólo de la des-patrialcalización sino también desde la des-colonización ¡Un saludo!

    • Como latinoamericana, creo que no estaba intentando ofender, ella elogiaba estas civilizaciones, quizá sin mucho estudio de ellas, porque (por ejemplo), no creo que los Incas o los Mayas fueran civilizaciones primitivas, pero aun así no lo veo como insulto, algunas de estas civilizaciones eran simples(no de manera insultante, lo eran, o tenían otros conceptos sobre la vida que hacen que ahora nos parezcan simples)

    • Lamentablemente ese es el discurso que nos ha distanciado durante siglos de la sabiduría y forma de vida de los pueblos originarios. De alguna manera eso ha quedado en el imaginario occidental «civilizado» pero creo que en el texto no se enfoca desde la superioridad colonialista,sino desde un intento de deconstruir ese discurso y su posterior toma de conciencia («cual es en realidad la civilización salvaje?»)
      Desde mi óptica no hay ofensa,todo lo contrario. De c
      Salud!

    • Desde mi punto de vista, el texto pretende justamente transmitir tu mismo mensaje. Cuestiona el adjetivo «salvaje» y ensalza las cualidades de los pueblos que han sido calificados como tales, contraponiéndolos a lo salvaje (destructivo, egoísta) de la civilización occidental.

      Creo que Elo ha querido transmitir exactamente tu frase: «Y de “salvajes” y “primitivos” estas personas no tuvieron absolutamente nada.» Queda muy claro cuando dice: «Considero que nosotros somos los salvajes».

      No veo cómo puedes extraer un mensaje colonialista de este artículo. Creo que deberías releerlo.

      Un saludo!

  7. pero que excelente…. siento que has escrito esto x mi y muchas ms que nos sentimos como tu…. busca en facebook PLANETA LIBRE es un proyecto justo para lo que queremos <3

  8. Me encantó tu post, también me considero una salvaje, y ahora que soy madre, más que nunca, lo vivo, lo siento en carne propia, como una loba con su cachorro. Las felicito por el proyecto, es bello e inspirador!
    abrazos

  9. Maravilloso artículo!!! muchas gracias por compartirlo!! de verdad que me ha encantado y me siento muy identificada con lo escrito!!!

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