Sadhus: ¿locura o misticismo?

La realidad de otras culturas a veces no es fácil de comprender. Tal es el caso de los sadhus, personas sagradas que buscan la iluminación y viven de las donaciones de los demás.


“¡Estás completamente loco! Pero te diré un secreto, las mejores personas lo están.”

Alicia en el país de las maravillas

Este mes celebramos el primer año de Proyecto Kahlo y también nuestros 6 meses de viaje en Asia. Estos meses de viaje nos confrontan con realidades distintas que a su vez nos confrontan con nosotros mismos. Asia nos mostró otros mundos y en cada uno de esos mundos pudimos ubicarnos como distintos. Como si cada mundo actuara como un espejo donde reflejamos nuestras diferencias y semejanzas. Decir que todos somos iguales sería absurdo. No es así. Cada cultura cuenta con un entramado de elementos y personajes que la hace única, delimitando un sistema de reglas de juego que es muy difícil de entender si uno lo intenta desde su mirada occidental.

Cada cultura cuenta con un sistema de organización que le es único y particular. Y es así, que empezamos a vivir, a comparar y a juzgar desde estas reglas de juego que nos llevan al “choque cultural”.

India fue sin duda un país que puso a prueba nuestra capacidad de asombro y que nos hizo ejercitar muchas cualidades como la paciencia y el no juzgar. India se nos presenta como una realidad tan distinta y lejana que es muy difícil no medirla desde nuestra óptica individual. Se nos presentan ciertas dicotomías: ¿cuál es el sentido del bien y del mal, de lo sano y lo enfermo, de lo propio y lo impropio, lo legal y lo ilegal? Nos preguntamos por el incesto, por el ser mujer y por el loco.

 

Misticismo de los Sadhus

La locura fue tomando distintas concepciones a lo largo de la historia. Foucault se ocupó de escribir sobre ello. El loco, el leproso y el onanista (por citar algunos personajes) se ocuparon de tomar el lugar de otro distinto. Es a partir de la otredad que nosotros nos constituimos como mismidad (yo soy lo que él no es). Pero más allá de la figura del otro que tomemos, estamos marcando una diferencia. De este lado se ubica lo conocido y del otro, depositamos todos nuestros fantasmas, todo aquello que no queremos ser. Para el loco existen instituciones encargadas de su exclusión social (y qué decir de las cárceles, de los hospitales y de las escuelas disciplinares). Nuestras sociedades funcionan aislando y etiquetando lo enfermo. De ese modo nosotros nos aseguramos nuestra “sanidad” mental.

No queremos meternos con nociones psiquiátricas sobre la locura, pero sí remarcar el carácter social de la misma. La locura, o mejor dicho lo que el loco representa, es una invención cultural y solo tiene valor dentro de esa cultura. Algo que en occidente diagnosticaríamos como patología psiquiátrica, en India le otorgamos valor sagrado.

Caminando por las calles de India vimos muchas personas recostadas a un costado vestidas de naranja, con tres rayas en la frente y un tridente en la mano: los sadhus.

 

Las tres rayas en la frente

Para el hinduismo hay cuatro fases de la vida: estudiar, ser padre, el retiro y por último la renuncia. Esta última es en la que se encuentran los sadhus. Son personas sagradas (algo así como un monje) que persiguen la iluminación. Desposeídos de casi cualquier pertenencia, se mueven por toda India. Dedican la mayor parte de su tiempo a la meditación y a las prácticas yóguicas.

Pero tal es así que está reconocido por el Estado indio y por toda la sociedad. Son venerados y respetados. La gente se encarga de mantenerlos donándole alimentos y plata. El Estado les garantiza la libre movilización por el país. Pueden viajar en tren gratis.

Pero para nosotros, en un primer momento los veíamos como vagabundos o linyeras. Claro, nuestra mentalidad occidental empañada de materialismo y racionalidad no entendía el concepto de entregarse a la vida espiritual. ¿Un sadhu en el subte de cualquier capital de occidente? ¿Se lo imaginan?

 

Meditando a orillas del Ganges

Sacado del contexto de India, esa persona es un loco. Y es así como la locura va tomando distintas definiciones según las costumbres. A grandes rasgos el loco (o la loca) es aquella persona que se muestra por fuera del orden social establecido. De este modo, India nos devolvía locura y a su vez, para ellos nosotros éramos los locos.

 


Por suerte el mundo es grande, y hay lugar para todos los locos.

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Ludmila y Lucas

 

4 Comentarios

  1. Que chido, viajar gratis en tren a donde quieras, sin ataduras y sin preocupaciones, eso si que es libertad.

  2. Laura Marivel Angeles León

    Muy interesante. Ojalá lo respondan para quienes tenemos esa duda, ¿Existen mujeres sagradas «sadhus» ?

    • Ludmila y Lucas

      Si existen. Pero muy pocas y no todos las reconocen como personas sagradas. Muchos piensan que las mujeres tienen que reencarnar una vez más (en hombre) antes de librarse del ciclo de las reencarnaciones y alcanzar el camino espiritual.
      Muchas viudas, deciden encarar este camino, para escapar a su realidad.
      Nosotros las pocas que vimos eran bastante mayores. Pero, sin lugar a dudas, la mayoría de los sadhus son hombres.

      Abrazos!

  3. Supongo que la respuesta es no, pero ¿existen sadhus mujeres?

    Me ha encantado el artículo, ¡enhorabuena!

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