¿Sueño o realidad?

Sobre las fantasías, los sueños sexuales y su conexión con la realidad.


Ilustración: Laura F.


 

«Sólo la fantasía permanece joven; lo que no ha ocurrido jamás no envejece nunca«. Friedrich Schiller

 

Casi todas las personas tenemos fantasías sexuales. Para unas puede ser algo extravagante, prohibido, y para otras puede ser de lo más cotidiano. Pero ahí está la magia, podemos fantasear con absolutamente todo olvidándonos de normas sociales e incluso morales porque, si hay un sitio en el que somos realmente libres, ese es el mundo de la imaginación.

Las fantasías nos ayudan a aumentar nuestra memoria del placer, a añadir imágenes, acontecimientos y hechos que, sean ficticios o no, hacen que nos excitemos y podamos recurrir a ellos siempre que queramos. Todas somos libres de imaginarnos cómo y con quien queramos… ¿Quién nos lo prohíbe?

¿Y qué me decís de los sueños? Esos pequeños traviesos que a veces nos sorprenden. ¿O acaso nunca habéis tenido un sueño erótico con esa persona con la que nunca lo llevarías a cabo en la realidad, u os veíais en diferentes actitudes que a lo mejor nunca os habíais planteado? Y es que hay veces que nuestro subconsciente se nos revela y hace que pongamos en práctica cosas que a lo mejor nos dan vueltas por la cabeza pero desechamos. O, incluso, nos hace enfrentarnos a nuestros miedos y, la verdad sea dicha, ¿qué mejor sitio para experimentar y practicar aquello que nos cuesta llevar a cabo en la realidad?

Hay veces que sueños y fantasías se mezclan, se entrelazan y resulta difícil separarlos. Todavía recuerdo una amiga (que típico lo de «una amiga», ¿no?) que una vez soñó que iba en el metro, intercambiaba miradas con el chico que tenía delante, seguía leyendo su libro incapaz de concentrarse, levantaba la mirada y ahí estaba él sonriéndole. Se levantaba hacia él, se besaban apasionadamente y en la siguiente parada ella se bajaba sonrojada y con una sonrisa de oreja a oreja. Sin nombres, sin palabras, un «aquí te pillo, aquí te mato» de besos que ha llevado a esta persona a fantasear en muchas de sus relaciones con eso, con el encuentro con un desconocido, sin ataduras, sin implicaciones, sin porqués, sin nada más que pasión.

Como decía antes, en las fantasías y en los sueños todo vale, no hay normas, no hay reglas y no hay nadie que las juzgue salvo nosotras mismas. Muchas veces nos planteamos si llevarlas a cabo o no. Y, otras veces, nos ponemos en modo detectivesco ON e intentamos averiguar las de nuestra pareja para llevarlas a la realidad. ¿Es esto aconsejable? A ver, lo primero de todo, ¡depende de la fantasía! Ya que no todas se pueden pasar a un plano real y por otro lado está el si nos interesa o no, ya que probablemente nos decepcione. Piensa que aquello con lo que tanto has fantaseado tiene creado todo un mundo a su alrededor: la luz adecuada, la música idónea, los sentimientos, los pensamientos, las sensaciones… Al llevarlo a la realidad, ¿cuánto desaparecerá entre los dos mundos? Pero vamos, que si tienes la fantasía de cumplir esa fantasía no seré yo la que se meta entre tanto deseo para impedirlo.

Ahora me imagino a mi amiga (sí «mi amiga») en un vagón de metro lanzándose contra un ser pobre e indefenso que se pregunta ¿en qué momento sonreí a esta loca? 😉

¿Fantasear es infidelidad? A algunas esta pregunta os resultará absurda y a otras os interesará conocer la respuesta. Y es que, muchas veces, las personas pensamos que fantasear cuando estamos a solas está bien pero cuando estamos en pareja… eso ya es otro cantar. La fantasía no es realidad, es nuestra mente, nuestros sueños y si estás con tu pareja pero hoy te apetece imaginar que estás con «yo que sé quién» eres libre de hacerlo. No estás engañando a nadie, haz lo que te plazca, lo que te divierta y lo que te funcione. También puedes imaginar que estás con tu pareja pero en otro entorno o situación. De hecho, hay estudios que indican que las personas que más utilizan las fantasías en sus relaciones sexuales suelen ser las más satisfechas. Y es que, igual que le echas azúcar al café, ¿por qué no permitirnos pequeños añadidos en nuestras relaciones?

Disfrutad mucho de la realidad de vuestra vida y, por supuesto, de todo su mundo de imaginación que le acompaña.

Marta G.

 

10 Comentarios

  1. Hola,hola!! Encantada de haberlas descubierto!!! Me encantan los temas q tratan q son tan comunes entre nosotras!!!

    • Marta G.

      gracias, Paula! bienvenida! disfruta de todo lo que hay publicado y ya sabes, el 1 de cada mes, nuevos artículos! 🙂

  2. ¡Buen artículo! Para mi las fantasias sexuales son imprescindibles. ¿Qué haría sin ellas? Las que estamos solas hemos de buscarnos un compañero soñado… o dos! 😉

    • Marta G.

      claro que si! y él día que vuelvas a tener pareja no las abandones! ellas nunca lo harían… 😉

  3. Karen Patricia

    Hola, Fridas! estoy muy contenta por los artículos tan interesantes que cada dia leo! bueno este tema me parece muy interesante, y Debo contar que hace un par de meses he estado leyendo el libro «50 sombras de gray», El cual sabemos es mu sugerente ahora el problema viene que el libro genera (al menos a mi) demasiadas expectativas, los cuales me están trayendo problemas con mi pareja ya que ahora tengo problemas para llegar al clímax y eso me preocupa. Si alguien podria decirme que es lo que exactamente me esta ocurriendo estaría muy agradecida. =)

    • Marta G.

      Hola Karen,
      hay que distinguir entre realidad y ficción, piensa que lo que leas en 50 sombras igual es algo que te gusta imaginar pero que no disfrutarías en la vida real, no lo lleves a tu relación y, si al contrario, lo que quieres es llevarlo a ella sugiérele algunos juegos a tu pareja y prueba a ver como te sientes 🙂 ya nos dirás! un besito

  4. Interesante tema el que tratas hoy. A mí me producen curiosidad los sueños, porque al fin y al cabo la fantasía la producimos voluntariamente pero, y los sueños? Son el reflejo de un pensamiento que ni en fantasía nos atrevemos a materializar? Son puro azar? Por qué a veces son recurrentes?

    • Marta G.

      hola Marta!
      los sueños pueden ser tanto algo que no nos atrevemos a llevar a cabo en la vida real como algo en lo que estamos ilusionadas, como algo en lo que, por ejemplo, hemos pensado a lo largo del día (por un comentario, una noticia que hemos visto,etc) y se nos cuela en el sueño sin darnos cuenta.

      La verdad es que cada persona y sueño significará una cosa u otra por lo que lo más fácil es pararnos a analizarlo nosotras mismas o acudir a alguien que sepa de ello 🙂

      Los sueños recurrentes suelen ser miedos, deseos o remordimientos incluso! es la forma en la que nuestro Pepito Grillo particular intenta hablarnos…sólo hay que escucharle para ver que quiere decirnos.

      un besito!

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