La conquista del paraíso

Cada una sueña con su paraíso, encontrarlo y disfrutarlo podría ser difícil, pero jamás será imposible.



Cuando supe que el tema de agosto trataría sobre paraísos, no dudé un momento en hacerme con este editorial. Quería hablaros del Paraíso, del de mis amigas y de todo lo bueno que nos viene a la mente cuando cerramos los ojos y nos imaginamos a nosotras mismas en nuestro lugar idílico particular rodeadas, quizá, de nuestras pertenencias favoritas y nuestros seres más queridos. Tras varios intentos de plasmarlo en palabras que nos transportaran a ese estado mental de éxtasis y felicidad, me di cuenta de que es poco probable que exista.

Nuestras expectativas generalmente superan la ocasión. Un suponer: una lleva esperando semanas que llegue el concierto de su grupo favorito, ha ahorrado durante semanas para poder pagar la entrada, convencer a alguien para no ir sola, ha hecho cola para estar en las primeras filas, y lo consigue, pero resulta que el sonido es fatal, el vocalista acaba de salir de una faringitis aguda y tu amiga ha ligado con los de al lado. ¿Nunca os ha pasado? A mí sí.

Imaginabas una noche perfecta, pero no lo ha sido tanto. Esta situacíón se puede extrapolar a cualquiera que consideréis vuestro paraíso. Playas de arena blanca, una noche romántica con vuestra pareja, una ciudad por conocer, una fiesta, incluso el libro que has reservado para leer en verano.

Tal vez, pensé mientras intentaba no resultar demasiado negativa, es que yo soy pesimista. Pero resulta que no lo soy. Me parece que el paraíso depende más de una misma que de la idea preconcebida que hemos interiorizado desde la infancia. Otro suponer: volvamos a la playa de fina arena, hamaca entre palmeras, comida exquisita y bebida exótica a tutiplén. ¡Esto es vida! No me digáis que no suena perfecto, pero si voy sola, no tengo con quien compartir; ¿me llevo a mis padres, a mis amigas, a mi pareja? ¿cuánto tiempo creéis que mis padres vigilarán lo que hago con mi novio?, ¿cuánto tiempo creéis que mi novio tardará en buscar una playstation?, ¿cuánto tiempo tardarán mis amigas en buscarse un ligue? ¡Sacadme de allí, por favor!

Cada día, al levantarme, bueno, nada más levantarme no, que no sé pensar sin un café. Cada día, decía, pero a lo largo del día, en un momento así, sin hora, me doy cuenta de que estoy viviendo en el paraíso. Cuando llego a ese momento, en el que miro alrededor y me acuerdo de mis amigas, de mis amigos, de mis padres, de mi novio, me miro y veo hasta dónde he llegado, lo que he conseguido, lo que he dejado atrás, lo que llevo aprendido y todo lo que está por venir, respiro profundamente y pienso que no hay nada mejor que estar viva, y poder disfrutar cada día de estarlo, que no necesito nada más que que estén bien de los que están cerca y, a veces, mirarles a los ojos, sonreirles, y desear que esto no acabe.

Y eso, Fridas y Khalos, eso sí que es vida.

 MLuz

 

2 Comentarios

  1. Oleee!!!!

    Pues claro que sí. Y estoy segura de que eres capaz de hacer sentir a todos los que te rodean tu paraíso personal.

    Que bien Frida :*

  2. Me encanta su propuesta… Una amiga me la recomendo.

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