Salud mental y mujeres. No estamos locas

Profundizamos en la salud mental y las mujeres a través de un artículo donde Abel habla con dos instituciones que trabajan en este ámbito.

Foto cedida por SALUD MENTAL ESPAÑA. Portada de «Diagnóstico sobre la situación frente a la igualdad de hombres y mujeres», de FEDEAFES

Belén es una mujer de 45 años con un diagnóstico de enfermedad mental. No trabaja desde hace mucho y lo “único” que hace es cuidar a su madre, que desde que sufrió un ictus hay que hacerle todo. Su padre pasa un poco del tema, piensa que después de años aguantando el mal humor de su hija es normal que ahora cuide de su madre ella sola. Belén no se lleva bien con sus padres desde siempre, nunca la entendieron, y de joven probó a vivir fuera de casa, en parte, por escapar de ellos. Su pareja siempre la criticaba diciéndole que no valía para nada, e incluso llegó a agredirla en alguna ocasión. Se terminó un buen día, y aunque quiso continuar sola e incluso se planteó buscar pareja o ser madre soltera, su psiquiatra le recomendó no continuar buscando trabajo y volver con sus padres.

La situación de Belén no es nada anormal. Existen miles de casos como este en todo el mundo.

De hecho, Belén sufre depresión, que según nos explica Salud Mental España, afecta más a las mujeres que a los hombres, es el problema de salud mental más frecuente y la principal causa de discapacidad en el mundo (datos de la Organización Mundial de la Salud). Detrás de ello, tal y como refiere la Asociación de Mujeres para la Salud, pueden estar “los factores de género, sociales y ambientales, que golpean mucho más a las mujeres». Este malestar puede desembocar en lo que en la Asociación de Mujeres para la Salud han denominado, dentro de la Psicoterapia de Equidad Feminista, la Depresión de Género y los Síndromes de Género: trastornos y malestares que únicamente afectan a las mujeres y cuyas causas se deben a estas desigualdades que originan la subordinación de las mujeres y la violencia de género.

Foto cedida por Asociación de Mujeres para la Salud.

Otro ejemplo de la relación entre una sociedad potencialmente hostil con las mujeres (adultas y adolescentes) y su salud mental es que estas experimentan un peor autoconcepto y peor autoestima, algo que implica un nivel mayor de exigencia en relación a patrones estéticos impuestos. En este sentido, se construyen relaciones afectivas basadas en la desigualdad y la idea de propiedad, donde las mujeres son menor valoradas con respecto a los hombres.

A propósito de esto, la Asociación de Mujeres para la Salud nos explica:

“Desde niñas, las mujeres aprendemos una serie de mandatos que nos dictan cómo debemos ser y comportarnos. Nos enseñan a ser sumisas, a estar siempre dispuestas, aprendemos que nuestro principal papel en la vida es la maternidad y los cuidados de las personas de nuestro entorno. Todos estos aprendizajes y presiones de género acaban convirtiéndose en temas realmente conflictivos para nosotras.

Además, las mujeres aprendemos a vivir en una sociedad violenta hacia nosotras, y aprendemos a tolerar e incluso perpetuar esa violencia. Todos estos aprendizajes son tan sumamente interiorizados que nos cuesta mucho ser conscientes de que son, precisamente, la raíz de nuestros problemas.

El impacto de la desigualdad y la violencia estructurales de un sistema en el que no existe la igualdad real entre sexos y en el que las mujeres aprendemos que debemos ser las “sometidas” causa grandes malestares.”

Tal y como indica Salud Mental España en  torno a la etiqueta de “locas”, que habitualmente oímos en los diversos ámbitos de las sociedad, “es una estigmatización machista que sufren todas las mujeres y que tiene un reflejo en los sistemas sanitarios y de salud mental carentes, en su mayoría, de un análisis y práctica clínica con perspectiva de género. Estas etiquetas estigmatizan y crean barreras invisibles. Se podría considerar que catalogaciones como “histérica” o “depresiva” son una forma de dominación y control para el mantenimiento de una determinada estructura social».

Foto cedida por Asociación de Mujeres para la Salud. Portada del libro: «La Psicoterapia de Equidad Feminista»

Por lo tanto, queda claro que las desigualdades sociales y culturales basadas en el género tienen claramente un impacto en la salud mental de las mujeres. La posición de desventaja de mujeres y niñas en todos los ámbitos se traduce en situaciones de violencia que se fundamentan y legitiman en este desigual reparto de poder. La intersección entre esta situación de violencia estructural basada en la desigualdad de género y los problemas de salud mental funciona como un desencadenante y/o agravante de los problemas de salud mental. Es decir, existe una conexión clara y directa entre la violencia machista y los problemas de salud mental. De hecho, según un informe de Federación de Euskadi de Asociaciones de Familias y Personas con Enfermedad Mental, Fedeafes : «Tener una enfermedad mental multiplica de 2 a 3 veces el riesgo de sufrir violencia que tenemos todas las mujeres.»

Una manera de contrarrestar a nivel individual el efecto que juega el patriarcado en la salud mental de las mujeres es el empoderamiento: tomar las riendas de su vida , a través, por ejemplo, de una independencia económica y personal. Existen, adicionalmente, terapias especializadas en mujeres, escasas al día de hoy, como las que brinda el Espacio de Salud Entre Nosotras.

A nivel colectivo, los grupos de autoconciencia de mujeres son claves para dialogar en común y ayudar, primero, a poner nombre a lo que les pasa, y segundo, a ser conscientes de la raíz del problema: el patriarcado, su educación de género, su presiones y mandatos como mujeres.

No obstante, a nivel institucional, las dos entidades coinciden en que la investigación y la intervención de género es fundamental en la salud mental, pero que es una área que todavía no está suficientemente potenciada. “No tiene nada que ver una intervención sin perspectiva de género, en la que no se tiene en cuenta toda esa educación sexista que tenemos tanto mujeres como hombres, con una intervención que tenga en cuenta la totalidad de los factores de género, sociales y ambientales que nos afectan. Una intervención sin perspectiva de género es una intervención, digamos, coja, a la que le falta una pata.»

Lecturas recomendadas:

Coautoras del texto:

La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA es una entidad sin ánimo de lucro y de interés social que surgió en 1983.  En la actualidad, integramos a 19 federaciones autonómicas y asociaciones uniprovinciales, las cuales agrupan a más de 300 asociaciones y suman más de 47.000 socios y socias en todo el territorio estatal. Nuestra misión es mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedad mental y sus familias, defender sus derechos y representar al movimiento asociativo. Puedes conocer más en www.consaludmental.org 

 La Asociación Mujeres para la Salud www.mujeresparalasalud.org trabaja desde 1983 en defensa de la salud y los derechos de las mujeres y por una sociedad libre de sexismo e igualitaria. Lo hacen a través de diversas actividades, como un espacio terapéutico especializado en mujeres (el Espacio de Salud Entre Nosotras), un espacio de formación profesional y personal (la Escuela ESEN www.escuelaesen.org) y diversas acciones de sensibilización y concienciación

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