El tiempo que pasé con La Peor de Todas

Ingrid nos narra su encuentro con Sor Juana Inés de la Cruz, cuando la miró a los ojos y oyó su historia de sus propios labios…

Ilustración de Feliza

Tuve el otro día un sueño muy extraño. ¿Fue un sueño? Descubrí que podía viajar en el espacio y en el tiempo, y me pregunté: ¿a dónde quiero ir? sin lugar a dudas me respondí: México, 1952. Fui a ver a Frida Kahlo, que reposaba aburrida sobre su cama. Comimos mole, bebimos tequila y fumamos toda la tarde, mientras conversábamos sobre la vida. «¿Adónde podría ir ahora?» me pregunté. «No tienes que ir muy lejos» dijo Frida, «Sólo atrás en el tiempo. ¿Por qué no viajas hasta el año 1691 y conoces a Sor Juana? Y no olvides darle un beso de mi parte.» Y así fue como acabé retrocediendo aún más en el tiempo y encontrándome con una de las plumas más bellas y afiladas del Siglo de Oro de la literatura española: Sor Juana Inés de la Cruz.

Lo que a continuación procede bien pudo ser un sueño,
mas en detalles abunda, mi piel eriza y mi alma inunda;
como si vivencia propia y real fuera, o tal vez yo más quisiera…
De cualquier forma o de forma cualquiera,
aquí relato lo que procediera.

México, 1691. Casi doscientos años después de la invasión y colonización española de las, desde entonces, llamadas «Américas.» Me dirigí apresuradamente hasta el convento de San Jerónimo y Santa Paula vestida de monja, para poder así infiltrarme sin ser vista. Tras deambular por varios pasillos oscuros y subir estrechas escaleras, acabé entrando en la «celda» de Sor Juana, donde resoplé de puro alivio. Rodeada de estantes llenos de libros y de instrumentos antiguos, Sor Juana escribía algo con el ceño fruncido a la luz de una vela cuya luz tintineaba, y ni siquiera se percató de mi llegada.

– Perdone la intromisión, Sor Juana. He pasado tanto apuro hasta llegar a usted… Vengo del año 2017 a conocerla. Me gustaría pasar un tiempo en su compañía, si usted lo permitiera.

-Perdona hija, estaba concentrada escribiendo una respuesta. ¿Del año 2017 dices? Espero que las cosas estén mejor para entonces, porque me paso los días luchando por una igualdad que nunca llega.

-Pues, si le soy sincera Sor Juana, la lucha aún continúa, y aunque algunas cosas han mejorado gracias a usted y a muchas otras mujeres que quedan por venir, aún queda un largo camino por recorrer.

El rostro de Sor Juana se entristeció. Le parecía desesperanzador que 300 años después de que ella comenzara a luchar por la igualdad entre hombres y mujeres, entre personas consideradas de distinta raza y situación social y económica; y por una cultura y religión centrada en el respeto a la naturaleza y los animales, aún quedara un largo camino por recorrer. Sinceramente, no sabía como consolar a Sor Juana, es cierto que debió ser triste parar ella pensar que todo su esfuerzo aún no había dado los frutos esperados 300 años más tarde.

-No se entristezca, Sor Juana. Lo importante es que la lucha feminista está más viva que nunca. No se si usted es consciente de lo que representa en el tiempo del que vengo. Todas sus obras, toda la prosa, poesía, cartas, villancicos, sonetos, obras de teatro…cada palabra que usted escribió y escribe la llevará a ser una de las más grandes escritoras representantes de la literatura española en su época más esplendorosa. Pero no termina ahí… a pesar de lo poco que hemos podido saber de su vida, usted también representa un símbolo feminista, y sirve de inspiración a muchas personas que en el 2017 luchamos día a día por lo mismo que usted ahora, en el 1691.

-Pues creo que soy muy afortunada de representar todo eso, casi no puedo creerlo. La verdad es que si volviera a empezar, no quisiera cambiar nada. Verás, yo nací hace unos 40 años como lo que ahora se denomina criolla (descendiente directa de españoles), y tuve la suerte de hacerlo en una hacienda retirada del centro, en un pueblecito. Gracias a eso pude relacionarme con muchísimas personas nativas, aprender de su cultura, su idioma (Nahuatl), sus canciones, su religión… en la que todas las formas de vida estaban interrelacionadas, el Universo era visto en constante cambio, y tanto hombres, como mujeres, animales y plantas eran considerados iguales…siempre defenderé esos valores que me parecen innegables, y siempre he luchado por una reconciliación de los españoles con el pueblo nativo. En mi casa sólo vivíamos mujeres, pues mi madre nunca quiso casarse para no perder el control sobre todos nuestros bienes (pues le serían concedidos al marido directamente). Era una mujer fuerte, emprendedora y muy inteligente. Yo siempre fui muy curiosa e inquisitiva, y cuando ya había estudiado todo lo que pude desde la hacienda, me fui a vivir con una tía a la ciudad de México, donde pude seguir devorando libros. Por suerte, mi tía conocía a un profesor que trabajaba en la Corte del Virrey, y gracias a él pude entrar en la Corte, donde mi acceso al conocimiento se expandió de repente. Ahí comencé a escribir y a luchar por los derechos de las mujeres a acceder a la educación. Vi como las Virreinas me protegían y educaban, pues yo luchaba en nombre de ellas también. Entonces yo misma me convertí en mujer adulta, y tuve que elegir: o me casaba con un hombre, o me casaba con Dios… pues una mujer que no acepta ninguna de éstas dos opciones no es vista como una mujer decente, y de igual manera no podría sobrevivir en esta sociedad. Así que me puse el velo de monja, a pesar de que la vida religiosa no se adecuaba por completo a mi personalidad, pero al menos podría seguir estudiando, escribiendo, aprendiendo, pues todo ello siempre fue mi sueño… y no tendría que dedicar mi vida a la de un hombre… Y pues desde aquí he seguido luchando contra las injusticias, investigando las estrellas, e incluso he sido tesorera del convento. Y siempre fui y sigo siendo muy criticada por lo que escribo, como el poema Hombres Necios que acusáis. Dios mío, y perdona la expresión, ¡cuánto revuelo causa una por destapar ni más ni menos que la verdad de la doble moral de este mundo de hombres! Y ahora, para colmo, el Arzobispo de Puebla, bajo el pseudónimo de «Sor Filotea de la Cruz», escribe unas cartas criticando mi amor por el conocimiento y diciendo que dedique mis energías a rezar, pues las mujeres no están hechas para el saber ni la razón… ¡Y se creerá que mi pluma permanecerá en silencio ante tal injusticia! Justo estaba escribiendo una respuesta cuando tú llegaste…

Apenas podía creer que acababa de pasar la noche entera oyendo la vida de Sor Juana, La Peor del Mundo (como ella misma se auto-denominaría un tiempo después), de sus propios labios, en sus propias palabras. El Sol comenzaba a perfilarse en el horizonte, y las monjas empezaban a prepararse para la misa. Sor Juana apagó la vela, que casi estaba consumida por completo, terminó de escribir su respuesta y la firmó. Me despedí de ella, que debía ir a misa, y yo tenía que volver al presente. Le transmití lo mejor que pude el cariño que desde la actualidad sentimos por ella, lo que simboliza, y lo importante que fue su labor, su obra literaria y su defensa de los derechos de la mujer. Y ella se mostró humilde y agradecida todo el tiempo.

-Por cierto, Sor Juana, olvidé mencionarle que Frida Kahlo le manda un beso.

-¿Frida Kahlo? No sé si la conozco…

Entonces caí en la cuenta de que Frida Kahlo aún no había nacido y no pude evitar reírme tontamente.

-No importa Sor Juana, estoy segura de que la conocerá algún día.

Como dije antes, no sé si fue un sueño… me inclino más a pensar que no lo fue. Y tengo la absoluta certeza de que finalmente Sor Juana y Frida se conocieron en algún momento del Universo, y hoy nos animan a seguir la lucha mientras beben tequila a nuestra salud.

Tráiler de la película biográfica de Sor Juana: Yo, la peor de todas.

6 Comentarios

    • Muchas gracias Miriam, ojalá pudiéramos hacer magia para conocer a todas las personas que nos inspiran tanto! 😊

  1. Maria Elena

    Por minutos, salí de mí entorno y me llevaste en tu maravilloso viaje. Gracias!

    • Gracias a tí! Me alegro que te transportara al mundo de Sor Juana, es fascinante ¿verdad?

  2. ¡Gracias Mines! Me alegro que hayas disfrutado con la historia de Sor Juana. Yo, desde que la conocí, no pude evitar adorarla. Si te interesa, hay muchas lecturas interesantes sobre ella, y si andas corta de tiempo te recomiendo que veas la película sobre su biografía: Yo, la peor de todas. Fácil de encontrar 😉 Un fuerte abrazo!

  3. Me ha encantado viajar en el tiempo y conocer a Juana de tu mano!
    Me han dado muchas ganas de leer más sobre ella.
    Gracias por compartir tu ¿sueño? 😉

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