Nata, macarrones, chocolate, caramelos, chucherías… No son simplemente comida, sino herramientas para jugar en nuestras relaciones sexuales. Marta nos explica sobre esta interesante otra-relación con los alimentos.
Lo de comerse a besos está fenomenal, de hecho es uno de mis platos preferidos, pero ¿qué me decís de utilizar alimentos en nuestras relaciones sexuales? ¿Buena o mala idea? Pues depende de a quién preguntes, pero una cosa está clara, por probar no perdemos nada. Aquí os dejo unas ideíllas:
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Nata montada
: Un clásico de los de siempre, ideal para los más golosos. Una sábana o toalla para que no estemos pendientes de si manchamos algo y a darle rienda suelta a nuestra imaginación.
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Atracando la nevera
: Aquí el cine ha marcado mucho, por un lado la película “Nueve semanas y media” que intentó erotizar todo, lo mismo te doy una fresa para ver como la muerdes sugerente que te doy un macarrón que sobró anoche en la cena… Por otro lado tenemos escenas que terminan siendo aún más dramáticas e incluso espeluznantes, como el intento de erotismo por parte de Álex de la Iglesia, en su película “Los crímenes de Oxford”, en la que podíamos ver como nuestro querido Frodo -Elijah Wood- dejaba de lado el anillo para agenciarse un plato de espaguetis con tomate – fríos- y utilizar los pechos de Leonor Watling como plato… ejem. Pero bueno, ya sabéis, para gustos los colores ¡y los sabores!
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Chocolate líquido
: Millones de alternativas, o lo fundimos nosotrxs mismxs (cuidadín con la temperatura), compramos los tubos que venden para decorar tartas, tiramos de sirope… Da igual, el chocolate es chocolate y puede dar mucho mucho juego. Puedes utilizarlo de la misma forma de la nata echándolo por el cuerpo de tu pareja y lamiéndolo o viceversa, o puedes pintarte a ti mismx convirtiendo tu cuerpo en un maravilloso mapa del tesoro que tenga que ir siguiendo tu pareja con su lengua para llegar donde tu quieras. Lo bueno del chocolate es que con él se puede pintar tan bien que incluso puedes dibujar indicaciones a base de flechas para que tu pareja recorra el cuerpo cómo y por donde tú quieres. Uhmmm…
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Caramelos mentolados
: ¿Sabéis estos caramelos que según te los metes en la boca te despejan por completo y te dejan un sabor refrescante? Pues imaginad lo que se puede disfrutar de ese efecto a la hora de practicar el sexo oral… También podemos utilizarlo para jugar a los detectives: sin que esté delante tu pareja, chupa el caramelo y ve pasándolo por diferentes zonas de tu cuerpo, que si en los pezones, en el cuello, en la cara interna de los muslos… y luego le toca a tu compañerx de cama averiguar, mediante el olfato y el gusto, por dónde ha pasado ese caramelo tan juguetón.
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Lengua de chuchería
: Si queremos ser dulces pero también traviesxs, podemos tirar de esas chucherías que venden que son rectangulares, rojas, planas y con pica-pica por encima. ¿Cómo? Como más os apetezca, lo mismo quiero intentar atarte a la cama con ellas, que comer cada uno por un lado hasta que se junten nuestras bocas cual «Dama y Vagabundo», que junto varias y me creo un látigo artesanal con el que jugar. Seguro que la caricia de varias lenguas harán las delicias de más de una persona.
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Chupa-chups doble
: Cada uno podemos lamerlo al mismo tiempo, jugar con él, recorrer el cuerpo del otro mientras tenemos una parte en nuestra boca, dejarlo correr por el cuerpo intentando atraparlo y disfrutar de esos besos tan azucarados…
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Hielo
: Sí, ya sé que meter esto en comida está un poco pillado de los pelos pero perdonádmelo, que pensando en el verano me viene todo el rato a la cabeza. Recorrer el cuerpo de alguien con un hielo puede ser -además de fresquito- realmente excitante. Ver cómo se va poniendo la piel de gallina, cómo se erectan los pezones, cómo el hielo se deshace dejando un riachuelo del que beber, la reacción de las diferentes partes del cuerpo a su contacto, y… lo dejo ya que me pierdo en la fantasía.
Disfrutad de vuestros cuerpos y, sobre todo, comeos mucho 😉
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