No me tengáis miedo

La ignorancia y los prejuicios pueden hacer que las personas tengan miedo de aquellxs que son «diferentes». Maureen lo vive cada día y nos lo va a contar. (Versión en francés aquí).


Ilustración: Ori


Hola, me llamo Maureen, soy una mujer, soy negra, soy inmigrante, vivo en los suburbios y soy  feminista. Hablo mucho, me encantan los tambores, la comida en general, los viajes y  las comedias románticas (esas en las que desde el inicio sabes que Brandon va a acabar con Brenda pero aun así te gusta verlas). Esas son algunas de mis características, pero claro; como todo ser humano, soy compleja y no puedo ser definida en dos frases. Pero seguro que con esas frases,  ya te hiciste una  idea sobre mí, mala o buena, basándote en los prejuicios que tienes. Y no me digas que no tienes prejuicios, todxs los tenemos.

Siempre me ha parecido que soy una persona bastante simpática, pero con el tiempo descubrí que por culpa de los estereotipos relacionados con  algunas de mis características,  podía darle miedo a la gente. Vamos a intentar entenderlo.

Soy negra: eso no lo necesito explicar mucho. Como el todo mundo sabe, esa pigmentación viene con un monte de estereotipos muy negativos. Te voy a contar una anécdota típica: un día estaba en un supermercado bastante vacío, muerta de hambre y buscando algo para comer cuando  percibí que el cajero me estaba siguiendo discretamente. No entendí por qué al principio; pero luego me di cuenta: Claro, es que soy negra, pensé. Estaba enojada pero decidí reírme de la situación (si no hubiera salido de la tienda llorando), así que me di la vuelta y me fui a preguntarle al cajero por qué me estaba siguiendo y si tenía miedo de que fuera a robar algo. Intenté tranquilizarle diciéndole que tenía suficiente dinero para comprar un paquete de pasta que costaba  sólo 80 céntimos. El cajero se fue, avergonzado.

¿Cuál es la moral de la historia? Si quieres robar algo en una tienda, entra al mismo tiempo que unx negrx, porque es esa persona a la que van a seguir y tú podrías salir con tu botín tranquilamente (es ironía,  no robes, está prohibido por la ley, sé unx buenx ciudadanx).

Soy inmigrante: Y aunque no me dejé la vida entre Ceuta y Gibraltar, parece que también  soy parte del ejército invasor, gran enemigo moderno del continente europeo. En vez de arreglar los verdaderos problemas de sus habitantes (¿ya oíste hablar de la crisis?), la Unión Europea está gastando cada vez más dinero en su programa Frontex. Este es el nombre de la  agencia europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de los estados miembros de la Unión Europea. Esa Agencia fue creada en 2004 y queda claro que no es nada eficaz en suprimir la inmigración pero es muy eficaz  para ayudar a  la gente a ahogarse cada vez más en el Mediterráneo. Según los datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la mayoría de las personas que se desplazan por razones económicas o a la búsqueda de una protección, lo hacen dentro de sus propios países. Además, los migrantes internacionales representan 200 millones de personas; es decir, el 3% de la población mundial. Sabiendo que de unos 15 millones de refugiados en el mundo cuatro quintos están acogidos por países en desarrollo, podemos concluir que Europa está en guerra con un enemigo imaginario.

Pude ver la cara de miedo y desconfianza de los aduaneros cada vez que les daba mi pasaporte marfileño en los países de Europa a los que viajé para estudiar, hacer turismo, hacer prácticas etcétera. Un miedo y  un rechazo que explícitamente  se traducían en la manera en la que me trataban. Para los que no lo saben todavía, los seres humanos están divididos en  dos  grupos: las personas que tienen los buenos pasaportes y el resto del mundo.

Después de una gran desventura con el servicio de inmigración inglés, un amigo mío de Pakistán dijo un día: tengo el sueño de que un día las personas no sean juzgadas por el color de su pasaporte sino por el contenido de su carácter. Pues sí amigo, yo también tengo ese sueño.

La verdad es que no puedo culpar de todo a mi estatus de inmigrante, porque incluso las personas que nacieron en Francia de padres nacidos en Francia pero que tienen nombres y apellidos exóticos (o sea, provenientes del otro lado del mediterráneo o aún más lejos) están vistas como peligrosas. Lo que me lleva a mi próximo punto.

 Vivo en los suburbios: en Francia hay todo un mundo imaginario alrededor de los suburbios;  y cuando digo suburbios estoy hablando de los barrios populares.

Los medios de comunicación y los políticos acentúan la idea de que en estos barrios sólo se encuentran inmigrantes, mujeres sufriendo el síndrome de yo-me-reproduzco-para-tener-ayuda-sociales, hombres sufriendo de gangsterismo crónico y todo salpicado de analfabetismo e ignorancia. Me di cuenta de lo enraizados que estaban esos estereotipos cuando una amiga mía me dijo un día creo que hablas bien el  francés para ser una chica que viene de los suburbios. Me quedé chocada; esa chica y yo hicimos el mismo máster que ambas conseguimos sin problema y además ella nunca había hablado con ningún habitante de mi barrio.

Alimentar esos estereotipos y los miedos relacionados con ellos  les  permite a los políticos justificar sus políticas de seguridad que conllevan varias discriminaciones. Por ejemplo,  en 2011 un estudio del Centro Nacional de Investigación Científica demostró que un tener un estilo de ropa joven multiplica por 11 el riesgo de ser controlado por la policía; ser percibido como negro multiplica ese riesgo por 6 y ser percibido como árabe lo multiplica por 8. Después de la publicación de esa investigación, se creó un colectivo que lucha contra el control policial basado en la apariencia y sus consecuencias dramáticas (en 2005, Zyed y Bouna, dos jóvenes originarios de un suburbio de París, perdieron la vida en un transformador eléctrico mientras estaban intentando escapar de un control policial).

Soy Feminista: a menudo  cuando   en una conversación llega el tema del feminismo y digo que soy feminista, la gente pone una cara de terror como si acabara de decir que mato gatitos en ceremonias satánicas cada luna llena.

Y a veces las personas presentes me preguntan: eres feminista, ¿significa que quieres cortarles los penes a todos los hombres? Entonces siempre tengo que explicarles que a mí me gustan  más los penes vivos y pegados a sus propietarios (pero bueno, cada unx con sus preferencias). Después de esas explicaciones  los hombres se sienten tranquilizados sobre el futuro de sus genitales y la discusión puede continuar,  pero sé que la gente se acordará  de mí como la feminista; como si formase parte de una secta o de cualquier organización secreta. Ahora que lo estoy pensando, creo que soy yo la que debería tener miedo de vivir en un mundo en el que luchar por la igualdad entre los seres humanos es visto como algo peligroso. Pero como intento ser una persona optimista, quiero creer que el mundo está lleno de feministas que no saben que lo son Así que encontré este test para saber si tú también eres feminista. Haz este test creado por los mejores científicos  del mundo; pero  cuidado: tu entera percepción de la vida podrá cambiar después.  Haz clic si te atreves…

www.areyouafeminist.com

Para saber más

http://www.frontexit.org/en/

http://stoplecontroleaufacies.fr/slcaf/

 

4 Comentarios

  1. ¡Excelente! Que buena pasión por la vida, por defender tus creencias y sobrepasar esos obstáculos que día a día la sociedad en general nos impone.

  2. uuufaa, el test esta en ingles.. 🙁 esta en castellano»?? buen articule me reia sola mientras leia

  3. amanda_miau!

    Me gusta muchísimo que busques el punto de humor a todas las situaciones en las que te ves envuelta ¡eres una fenómena.

    ah!

    y un artículo estupendástico!

  4. Tete Serrano

    Hola! Yo vivo en un lugar remoto de la tierra y de la amazónica Latinoamérica, vivo en El Salvador! CA . Por alguna razón la población negra aquí es poca, pero me alegra tanto encontrar personas negras cada vez mas por la zona en que vivo son inmigrantes, y los miro no por estereotipo si no porque el color de su piel es hipnotizante, sus cuerpos extraordinarios y sus labios seductores. Sueño con conocer algún día a un negro y quedarme con el!! Así que anda! No creas que todos te miran con discriminacion otras personas te miramos con admiración ! Y es que no puedes pasar por desapercibida eres exótica y eso es hermoso! besos! Desde mi pulgarcito!

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