Crecer fuera del camino

A veces tener que seguir el sendero que la sociedad nos dicta puede ser agotador y una traba para nuestro crecimiento personal. Marta nos da las claves que le ayudan para poder romper con estas cadenas.


Ilustración: Daniela


En el mundo en el que vivimos siempre nos empujan a desarrollar nuestras capacidades con un fin competitivo. El sistema nos exige ser los mejores, conseguir resultados, logros y más logros para conseguir un buen futuro y ser productivos para nuestra sociedad. Nos señalan un camino, el camino a seguir, el camino que hará que nuestra familia se muestre orgullosa de nosotrxs; ese que hay que tomar para ser feliz: sacar buenas notas, carrera, máster, trabajo, coche, matrimonio, casa, hijos… (Cambia el orden, quita algún factor si quieres pero continuará estando ahí).

Pero dentro de esta ruta hay muchxs que tropezamos. Hay personas que quisiéramos salirnos  y perdernos para conseguir un paseo más adaptado a nuestros intereses. O quizás seguir lo estipulado pero con nuestro ritmo, porque queremos esos mismos logros pero no con sus tiempos determinados. A veces hacemos caso a lo ordenado y caminamos sin rechistar. Pero a veces nos encontramos en un punto en que no sabemos cómo continuar porque no tenemos fuerzas; la energía se nos ha escapado tratando de conseguir objetivos que no visualizamos.

Se nos ha olvidado cómo ser nosotrxs mismxs. Estamos tan empeñadxs en demostrar lo que se espera de nosotrxs que olvidamos lo que realmente nos gustaría ser o cómo nos gustaría crecer. Olvidamos qué es lo que nos hace reír, lo que nos hace sentirnos bien, esas satisfacciones personales que te hacen bailar el alma.

¡Vaya! Resulta que en nuestro proceso hacia la tercera edad, nadie te explica cómo no sentirte vacía por dentro o cómo no cubrirte de inseguridades.

En mi escasa existencia hay cuatro cosas que me han hecho crecer como persona y que me ayudan a desarrollarme y crecer por dentro día a día. Atención, no son una receta de la felicidad; son cosas que me hacen sentirme bien conmigo misma y que espero que en mayor o menor medida os puedan ayudar a vosotrxs también:

  • Luchar por lo que nos gusta y potenciar nuestras aficiones. La música, leer, viajar, los videojuegos, los cómics, el cine, pintar, el deporte, las manualidades, etcétera. No te darán dinero, pero te alimentan el corazón y la mente. Y no le sabemos dar la importancia que se merecen porque normalmente no están en nuestro camino para conseguir ese futuro deseado; pero cuando la gente tiene depresión, una de las primeras cosas que el psicólogo  o la psicóloga promueve es el realizar una actividad que guste, una afición que ayude a conseguir pequeños logros para así fomentar la autoestima de la persona. Es irónico, siempre vendiéndonos que el verdadero éxito en la vida requiere fomentar la creatividad y los aspectos que pueden potenciarla se ven muchas veces pisoteados y ninguneados.

  • El contacto con la naturaleza. Estamos tan empeñados en tener cosas para utilizar y en respirar el aire contaminado que nos rodea que a veces olvidamos lo que somos realmente: animales. Animales con capacidades diferentes, pero igualmente animales. Personalmente, cuando me pierdo en un bosque, me doy un chapuzón en el mar o consigo interactuar con otros animales, es cuando me siento más humana.

  • Ayudar a los demás. Hemos olvidado lo que es compartir, lo que es preocuparse por el bienestar ajeno, lo que es ser cordial con los demás. Creo que tenemos que volver a redescubrir lo que significa  colaborar y cooperar juntxs. Yo no lo llamo religión, lo llamo ética. Y si no queremos ser éticxs, pues no lo seamos, tengamos un fin egoísta otra vez más:  ayudar a los demás es bueno porque en última instancia nos ayuda a nosotros mismxs. Cuando eres empáticx con la otra persona y le tiendes una mano, al final hace que luego te sientas mejor contigo mismx, te sientes más feliz como persona ya que esta vez sí que has sido de verdad útil. Tu fe en ti mismx crece.

  • El pensamiento positivo. Todas pasamos momentos duros, hay problemas que nos crean ansiedad y estos pueden convertirse en doblemente peligrosos. Además de las consecuencias que traigan a tu alrededor, también pueden ser un arma letal para tu interior; pueden emborronarte la mente. Los pensamientos negativos de ti mismx y de lxs demás  son muros que te pones, son auto zancadillas que no te dejarán levantarte.

Cada unx de nosotrxs somos una fuente de energía con mucho potencial que a veces se va agotando o malgastando por el camino por no saber cómo responder a las preguntas que nos marcan, en vez de buscar nuestras preguntas propias. Quizás de esta forma, consigamos realmente crecer como personas.

 

2 Comentarios

  1. Es precioso como cada sensación, idea o palabra expresada por ustedes hablara por mi, gracias chicas por resonar con mi yo! Que grandes sois!!

  2. ¡Qué nota tan exquisita! Al fin puedo leer algo que tiene verdadera relación con la realidad. Y no con el pomposo mundo que muestran las redes.

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