La Pelona

«Soy joven, tengo muchas amigas, soy alegre, bailo, me río fuerte. También tengo cáncer. Lucho con él hace más de un año y hoy me pelé».


Ilustración: Daniela


Soy joven (27 años), tengo muchas amigas, soy alegre, bailo, me río fuerte, me gusta hablar a gritos con mis amigas. Me gusta estar informada, el arte y la literatura. Soy alta, tengo bueno cuerpo, me siento linda, me gustan los esmaltes de colores y marcar bien los ojos con el delineador.

También tengo cáncer. Lucho con él hace más de un año y hoy me pelé.

Tuve que hacerlo. Hacía días venía viendo cómo los mechones iban quedando en las manos, en la cama, en el piso del baño. No quería bañarme porque sabía lo que significaba.

Le pedí a unos amigos fotógrafos que se juntaran conmigo para hacerme unas fotos… Quedamos para estos días. Pero lo de no tocarme la cabeza para evitar la caída del pelo comenzó a resultarme ridículo. Tengo fotos con pelo, el pelo crece y los fotógrafos son impuntuales y te dejan plantada.
Además, algo en mí ya había estado haciendo ruido desde hacía unos días.

En la feria del domingo me había comprado dos gorros y la verdad… quería usarlos. Uno tipo panamá pero femenino y estampado con rosados, celestes y amarillo. Otro tipo pamela, con una cinta negra muy delicada. No es que sepa mucho de somberos, tuve que googlear estos nombres porque hasta el momento para mí todo era simplemente ”un gorro”.

Ya van varios días de sol. Así que hoy aproveché el mediodía. Fui despacito caminando a la peluquería. Fui mirando el pelo y el peinado de cada mujer que me crucé. Di una vuelta por un negocio en el que nada tenía que comprar, fui al cajero y saqué más dinero del que necesitaba y me metí a la peluquería.

Me costó explicarles que me quería rapar. Actualmente no puedo hablar por el tamaño del tumor que tengo en la boca. Sin embargo, logré indicárselo. Me preguntaron si estaba segura. Delicadamente y con una sonrisa me arranqué un mechón de pelo. El hombre me señaló la máquina para raparse, le sonreí. Me preguntó si querría el pelo. Le indiqué que no con la cabeza.

Había llevado el gorro de colores. Fue rápido. Suspiré y simplemente miré cómo mechones de pelo grisaceo, sin vida, secos, nada atractivos, iban saliendo de mí y liberándome de una presión que no me había dado cuenta que tenía. Me sentí liberada. Sacudí la cabeza. El peluquero me preguntó si estaba bien y le sonreí y le indiqué que sí. Me dió la mano y me deseó mucha suerte.

Mientras me rapaban pude ver varias miradas desconcertadas, curiosas. No me molestaron para nada. Cuando me fui muchos me sonrieron, me desearon suerte. Me miré una vez más en el espejo. Me puse mi gorra nueva. Una panamá estampada en rosado, celestes y amarillos. Me sentí linda, me sentí liberada. Soy una pelona.

Se me ocurre que voy a imponer la moda del gorrito y que tengo ganas de experimentar con mi cabeza. Se me ocurre que tendré que comprar más caravanas y que el estilo tribal en colgantes y accesorios va a ser mi mejor aliado este verano, y ¡¡tendré que aprender a hacerme turbantes!!

Se me ocurre que todo esto puede llegar a ser muy divertido.

Así que bueno, hola a todos. Soy la pelona.

La Pelona (27), Montevideo (Uruguay)
http://seguirsonriendo.wordpress.com/

 

13 Comentarios

  1. Estoy impresionada con la valentia y tranquilidad con la que has relatado tu historia. El cancer es una enfermedad dificil pero a tu edad tiene el mejor pronostico y estoy segura que con tu optimismo y alegria vas a curarte, solo tienes que tener paciencia y luchar siempre, buscar todo tipo de alternativas y nunca perder la fe en dios o en lo que sea que creas jeje te deseo la mejor de la suerte cuidate mucho!

  2. Monserrath Perez

    Justo lo que necesitaba leer hoy 🙂

  3. Gabriela Peña

    Hola, todo lo que tenga que ver con este tipo de relato me llega muy fuerte, el año pasado mi papa fue diagnosticado con cáncer de recto y fue una lucha muy dura, a pesar de eso ahorita gracias a dios y a los santos mi padre esta muy recuperado y según los médicos el tumor fue extraído con éxito, claro ya después de varios tratamientos de quimio y radioterapias.. lo único que puedo decirte es que continúes con ese animo que esa es la CLAVE de esta terrible enfermedad, no decaigas, lucha, se fuerte, no es fácil pero tampoco imposible… solo ten esto presente: «Dios no le manda carga a quien no puede soportarla» con estas palabras me despido y mucha SALUD para ti… (me encantaría tener contacto contigo para saber de tu mejora si no es mucha molestia) desde Venezuela..

  4. Hola, mi mami esta pasando por un proceso así y creo q el muy difícil.

  5. Gabriela

    Mujeres como tú son de admirarse, gracias por ser un ejemplo para nosotras. Bendiciones.

  6. Eres un ejemplo y una guerrera mi mamá acaba ser diagnosticada con cancer de mama y esto me duele pero se que pasara con ella y quiero cortarme el pelo con ella para que vea que no tiene nada de malo que el pelo crece de nuevo,

    Gracias!

  7. Hola, me llamo Mabel y soy catalana de Barcelona, solo quiero decir que animo Pelona que personas que enfrentan el cancer como lo haces tu, demuestras un espiritu generoso y fuerte. Y a las del proyecto Kahlo deciros que gracias por vuestras informaciones y articulos, soy una gran seguidora vuestra. Encantada de haberme puesto en contacto con vosotras. Un saludo.

  8. Hermoso tu artículo….. Es sorprendente leer a un alma joven…. Libre ….. Fantástica …. Y brillante …..

    Enhorabuena y gracias por compartir un día, un momento de tu vida ……

  9. Una guerra, una mujer-leona. Gracias por contagiar tanta fuerza… Me,encanto,leerte.

  10. nathalie

    Yo pase por lo mis de primera fuy muy difícil Aceptarlo yo igual tengo 27 años pero el pelo guarda mucha carga de tantos años que cuando me Pelé sentí una liberacion ahora volvió a crecer con fuerza y eso solo quedo En una etapa que tenia que pasarla para cambiar de piel . 🙂

  11. Que real y hermoso relato me parece, especialmente porque yo tuve leucemia a los 12 años y viví algo muy parecido. Se me hizo medianamente «fácil» dejar ir mi cabello, a diferencia de mis amigas de la misma edad que pasaban por algo similar. Decidí usar gorritos en vez de las comunes pañoletas que según yo pareciera que dijieran «sientan pena por mi, tengo cáncer» elegi varios gorritos y muchas veces fui con la frente en alto por la calle y mi «calvicie al viento» mostrandole a la gente una sonrisa, para indicarles que aún pese a todo yo me sentía feliz y linda.
    Un abrazo!

  12. Simplemente genial. Ojalá todos tengamos la valentía y las ganas de vivir que tienes; eres una persona de admirar. Gracias.

  13. Me ha emocionado muchisimo tu relato. Siento que transmite valent{ia y alegr{ia de vivir. Gracias por compartirlo!!

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