El bluff de la cirugía estética genital

Nuestra sexóloga analiza esta «nueva moda estética» y las consecuencias que no nos han contado… ¡No os lo perdáis!


Ilustración: Nicole


El año pasado la revista Elle publicó un artículo llamado “El boom de la cirugía estética genital” que ha llegado a mis manos. Me ha parecido tantantan y me iban saliendo tantos peroperoperopero al leerlo, que, tras lograr que mis ojos volviesen a su estado natural y dejasen de buscar qué hay más allá de mi nuca, he decidido que le demos juntas un repasito a las operaciones que existen en este campo. ¿Os apetece?

En mi opinión, son unas necesidades creadas que son meramente estéticas en la mayoría de los casos y que podrán tener sus beneficios, pero también pueden acarrear problemas. Al fin y al cabo, te estás metiendo en un quirófano pudiendo, sencillamente, aprender a quererte. Es un paso más allá de la famosa talla 38. Estamos en una sociedad que nos aprieta entre muchas costuras y que no nos deja ya tranquilas ni con nuestros genitales. Y lo que pasa es que pocas mujeres han visto muchos genitales femeninos y no han podido apreciar lo diferentes, bellos y únicos que son cada uno de ellos.

 

  • Reducción de los labios menores

Yo no sé vosotras, pero la verdad es que yo me miro los labios menores y los veo bien. Ahí están, haciendo su función y protegiendo la entrada de la vagina y la uretra, lo que hace que me evite muchísimas posibles infecciones. ¿En qué momento se plantea alguien su reducción? ¿Acaso intentan hacerse los protagonistas cuando vas a practicar un coito? ¿Se quedan ahí deseando acompañar en su camino? Si eso fuese así, sería tan fácil como separarlos un poco antes de la penetración y… ¡voila! ¡A disfrutar! Y además: no paso por quirófano, me ahorro unos “eurillos” y no tengo más riesgo de infecciones ni nada. ¡Todo son ventajas!

 

  • Aumento de labios superiores

Una operación que algunas mujeres se hacen porque así están como “mejor puestos”. Pero y digo yo, ya bastante te hacen preocuparte de si llevas escote o no, el uso o no de sujetador, las piernas depiladas y blablabla que ¿ahora me van a venir a decir que cuando pasa un tiempo no sólo nos salen arrugas, se caen los pechos, sino que también los labios mayores se deshinchan? No, no, no… ¡por eso no pasamos! ¿Y aquella que se quitase en su día labio menor y ahora se encuentre con esto? ¡Locura! “Ojalá hubiese guardado lo que me quitaron”… absurdo, ¿verdad?

A mí me ha dicho un pajarito que como se llevan los labios, antes, ahora y siempre no son ni cortos ni largos, ni grandes o pequeños, sino al natural. ¡Sin más! Guardadme el secreto.

 

  • Clitoroplastia

También existe esta operación que a mí me deja ojiplática… Es como si te quisiese sonar bien porque intuyes la palabra “clítoris” ahí metida, pero por otro lado tiene un punto chungo, ¿verdad? Pues esto consiste en reducir el capuchón de nuestro querido clítoris y, evidentemente, esto hará que aumente tu sensibilidad ya que está más expuesto y más accesible. Cierto es, aumentará tu sensibilidad, que no tu placer (que no es lo mismo). Porque un PERO muy gordo puede ser que se dé el caso, por ejemplo, de una persona que tras esta intervención sienta tanta, tanta, tanta sensibilidad que al final lo que nota, lo que le llega, es dolor, es molestia, incomodidad al ponerse cierta ropa…

Esto hay que pararse a pensarlo. Las mujeres (no es por dan envidia, chicos) tenemos la SUERTE de tener un órgano EXCLUSIVAMENTE para proporcionar placer (gracias, querido Clítoris). ¿Y nos la vamos a jugar operándole? ¿Estamos locas? Hay que tocarlo, acariciarlo, mimarlo y disfrutarlo pero nunca castigarlo porque… él nunca lo haría ;).

 

  • Rejuvenecimiento vaginal

Esta otra operación básicamente consiste en estrechar la vagina cosiendo los músculos de su interior. A ver, que, como en el caso de todas las operaciones, si es algo funcional y médicamente necesario, evidentemente no digo nada. Pero por el “porque sí” ya me parece tontería. ¿Queréis rejuvenecer? ¿Queréis fortalecer el suelo pélvico? Claro que sí, me parece muy bien y no porque estéticamente quede mejor, sino porque el hacerlo va a ayudar a que no se tengan pérdidas de orina y a tener orgasmos más intensos. Pero ¿cómo? ¿Mi consejo? Las bolas chinas (o smartballs) o los famosos ejercicios de Kegel. Algo natural, tradicional, sin riesgos y, sobre todo, sin cirugía ni suturas de por medio. PLANAZO.

 

  • Himenoplastia

Para terminar está la himenoplastia, es decir, la reconstrucción del himen como imagen de la virginidad. Que, a estas alturas, ESO se considere símbolo de algo me sigue dejando aluciflipada porque, ¿sabéis que hay gente que se rompe el himen sin haber tenido relaciones sexuales? Yo, por ejemplo, perdí mi “querida HimenVirginidad” con el brazo de un sofá, de un golpetazo. No me gustó, yo no quería y no volvimos a ser amigos. Y ¿sabéis que hay mujeres que llegan al parto con el himen intacto? No, no son inmaculadas, simplemente éste era más elástico y nunca se rompió…

En resumidas cuentas, TODO desde un punto de vista estético marcado por «quien sea» puede ser mejorable pero, a veces, hay que darse cuenta de que ese TODO eres tú, es lo que te hace un ser único, especial y si no lo quieres tú… ¿quién lo va a hacer por ti?

Disfrutad de vuestros cuerpos y que el placer os acompañe ;).

Marta G.

 

6 Comentarios

  1. Daniel Rocamora

    Hola soy de Uruguay y no se ni como llegue aca pero lei 2 de tus articulos y la verdad es para darte un aplauso de pie. Segui asi que vas barbaro! La cultura en mi pais es algo machista y deja mucho q desear el pensamiento de amigos y congeneres para con las mujeres y me da asco. Aparte de mi madre y mi hermana todas las mujeres merecen ser respetadas con las formas de ser de cada una. Me encanta la mujer y es grandioso verla feliz, adelante con tu blog que quizas logres que mas mujeres se autoricen a ser felices. Un beso y un abrazo grande. Sos una genia.

    • Marta G.

      mil gracias, Daniel!! me has sonrojado jajaja
      vivirás en un país con una cultura machista (España también lo es) pero el que tú y otros tantos os deis cuenta importa y mucho ya que el cambio de mentalidad lo tenemos todos nosotros en nuestras manos.
      Muchas gracias por escribir. Un beso desde el otro lado de «el charco» 🙂

    • Marta G.

      Gracias Sara! me encanta!! 🙂
      y reencuentro cuando quieras que anda que no ha llovido y hay ganitas 😉
      mil besitos para ti también!! muuuuak

  2. Jajajajaja, te rompiste el himen con el brazo de un sofá??? Qué suerte, chica, a mí me costó sangre, sudor y casi lágrimas… Incluso pensé en la himenoplastia, pero al revés, porque era un incordio…

    Creo que la clave es que las mujeres no ven muchos genitales femeninos, porque si lo hicieran se darían cuenta de que hay una gran variedad, que los suyos no son tan raros, que todos son preciosos y que mejor centren sus esfuerzos en aprender a disfrutarlos, porque chica, como se le tuerza al cirujano el bisturí y corte donde no debe… se acabó la fiesta!! >_< Yo no me arriesgo!

    • Marta G.

      jajajaja ya ves, Eva, no todas tienen el «placer» de haber perdido su «himenvirginidad» con Mr. Couch 😛
      Y claro que si, si las mujeres viesen más genitales entenderían que no todos son iguales y que todos tienen su encanto 🙂 un besito!

Navegar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies